Requisitos que deben cumplir las escuelas infantiles

Para que un centro que atiende a niños de cero a tres años pueda denominarse Escuela Infantil tiene que contar necesariamente con un proyecto pedagógico que responda a las necesidades educativas de los niños de este tramo de edad, pero también tiene que reunir una serie de requisitos respecto a sus instalaciones, equipamiento o personal que participa en el mismo para que se le conceda la debida autorización y homologación por parte de las administraciones educativas.

Los centros de primer ciclo de Educación Infantil son aquellos centros docentes, ya sean públicos o privados, que prestan un servicio educativo de manera regular y continuada a niños entre cero y tres años, de acuerdo a lo establecido en el currículo de dicha etapa dispuesto por las distintas comunidades autónomas.

Por tanto, no son considerados centros de Educación Infantil los que no impartan contenidos educativos, sino que están centrados en el ocio, atención y cuidado de los niños.

La gran diferencia entre estos dos tipos de centros radica principalmente en que, mientras las «ludotecas» o guarderías no calificadas como de Educación Infantil tan sólo tienen que respetar aquellas normas que demanda un ayuntamiento para otorgar la debida licencia municipal de apertura de un espacio recreativo infantil, las escuelas o guarderías de Educación Infantil autorizadas deben cumplir obligatoriamente una serie de requisitos, dispuestos en la normativa correspondiente, que garantizan que se trata de un centro que cumple unos estándares mínimos de calidad, tanto del servicio educativo que ofrece, el personal que lo atiende y las instalaciones y equipamiento de las que dispone; de hecho, sólo los centros de Educación Infantil autorizados están sometidos a un régimen de inspecciones para verificar que prestan adecuadamente su servicio.

Número de alumnos en el centro

Generalmente, las escuelas infantiles deben tener como mínimo tres unidades o clases que atiendan a niños entre cero y tres años; sin embargo, dependiendo de la población o las circunstancias de cada centro, en algunos casos se permite que el número de clases sea inferior. Las clases deben tener un número máximo de alumnos determinado según el grupo de edad al que pertenezcan:

•Niños de 0 a 1 año: en casi todas las comunidades el número máximo de niños de este tramo permitido es de 8 por cada clase, exceptuando en Baleares que el máximo es 7.
•Niños de 1 a 2 años: habitualmente la cifra máxima permitida para este grupo de edad es 13 niños, aunque el número varía en algunas comunidades como Madrid (14) o Baleares (12).
•Niños de 2 a 3 años: el máximo de niños de esta edad oscila entre 18 y 20, dependiendo de cada comunidad, aunque en Navarra excepcionalmente no se puede superar los 16 puestos escolares en este tramo.

Instalaciones 

En general todos los centros de primer ciclo de Educación Infantil deben cumplir con todas las condiciones higiénicas, sanitarias, de habitabilidad, seguridad y accesibilidad que se exigen para la obtención de una licencia municipal de apertura de centros donde se atienden a niños de estas edades, pero, asimismo, sus instalaciones deben cumplir una serie de requisitos específicos para que les puedan otorgar la debida autorización para impartir clase:

•El centro debe ubicarse en locales de uso exclusivamente educativo y tiene que contar con un acceso independiente desde el exterior.
•Cada clase o unidad debe tener su propia aula de aprendizaje, que tendrá una superficie de dos metros cuadrados por cada niño y en ningún caso debe ser menor de 30 metros cuadrados (40 en Baleares).
•Las aulas que estén destinadas a niños menores de 2 años deben contar con un área específica para el descanso de los menores y otra para la higiene.
•En el caso de las aulas para niños de 2 y 3 años, deben tener un aseo accesible y asequible desde la clase.
•El centro tiene que disponer de una sala de usos múltiples con una superficie entre 30 y 40 metros cuadrados.
•Los niños deben tener a su disposición un patio de juegos exclusivo del centro con una superficie mínima de 60 a 75 metros cuadrados (100 en Baleares), dependiendo del número de unidades. Este patio tiene que estar debidamente acotado, de modo que se garantice la seguridad de los niños.
•El centro debe contar con un espacio adecuado para la preparación de alimentos, así como con aseos destinados al personal del centro separados de los de los niños.