Pruebas de dureza

La mayor parte de las pruebas de dureza son un medio de determinar la resistencia de un material al corte o penetración.

Hay algunas excepciones notables, como la prueba de raspado de Mohs que se usa en geología para medir la dureza relativa de varios minerales y el escleroscopio que mide la dureza dinámica en términos de la altura de rebote del punzón.

Sin embargo, por lo común no se emplean estos sistemas en los estudios ordinarios de ingeniería de materiales. Como se dijo antes, la mayor parte de los, sistemas que se usan en la evaluación de los materiales se basan en la resistencia del material a la penetración bajo carga.

Las pruebas se dividen en macropruebas, esto es, aquellas en las que la indentación es visible a simple vista, y micropruebas, que son aquellas en las que se usa el microscopio para observar la indentación.

Como se verá en la siguiente explicación, la elección del método de prueba depende principalmente del tamaño del espécimen disponible y del propósito último de la prueba.

En los materiales de fases múltiples y en los materiales que están sujetos a la segregación química, cada fase conserva sus características individuales, como la dureza. Al determinar la dureza de cada fase individual, se deben usar impresiones relativamente pequeñas, lo que origina la necesidad de hacer pruebas dernicrodureza.

En las pruebas de dureza de colados y forjados grandes no se pueden hacer con facilidad o confiabilidad mediciones puntuales como estas; por lo tanto, casi siempre se emplean sistemas más gran des.

En general, mientras más grande es el corte, más grande es el grado del promedio, puesto que se incluye más material dentro del volumen de la impresión.

Fuente: Apuntes de Ciencia de materiales de la UNIDEG