Alternativas al método de consenso
La decisión por consenso es un proceso de decisión que busca no solamente el acuerdo de la mayoría de los participantes, sino también persigue el objetivo de resolver o atenuar las objeciones de la minoría para alcanzar la decisión más satisfactoria.
Consenso significa a la vez:
a) un acuerdo general, y
b) un proceso para alcanzar dicho acuerdo.
Para tomar decisiones de manera consensuada pueden utilizarse diversas técnicas:
Votación por super-mayoría: Se intenta llegar a un acuerdo colectivo sobre una propuesta y se está dispuesto a modificarla tantas veces como sea necesario, pero se acaba votando a favor o en contra, requiriendo un alto porcentaje de votos para pasar la propuesta. Este porcentaje puede ser cualquier número entre un 55% y un 95%, aunque usualmente se consideran mayorías de 2/3 o 3/4.
Intento de consenso: Se intenta alcanzar una decisión por consenso durante un tiempo dado y si al final del tiempo no se ha conseguido, se termina votando como en el caso anterior.
Consenso menos uno: Se busca el consenso como en los casos anteriores y una propuesta pasa aunque una persona no esté en absoluto de acuerdo con ella. Se necesitan al menos dos personas para bloquear una propuesta.
Consenso a plazos: Cuando se toma una decisión por consenso, se necesita otro consenso para cambiar la decisión, lo que hace que en algunas situaciones, por miedo a las consecuencias, alguien bloquee una propuesta.
En el consenso a plazo, una propuesta se aprueba por un determinado plazo de tiempo (por ejemplo 6 meses o un año) con el fin de comprobar qué tal funciona. Al cabo de ese tiempo, el grupo evalúa los resultados y decide si continuar con la propuesta o no. La continuación sólo es posible si existe un consenso de todo el grupo.