Curado en el campo
Los ñames y otras raíces y tubérculos tropicales pueden curarse al aire libre si se amontonan o apilan en un área parcialmente sombreada.
Pueden usarse pasto cortado o paja como materiales aislantes de la pila y conviene cubrirla con una lona, harpillera (bolsa de yute) o estera (petate).
El curado requiere temperatura y humedad relativas altas, por lo que con la cubierta se retendrá el calor y la humedad generados por los productos. La pila o el montón deberá dejarse curando aproximadamente cuatro días.
Las cebollas y ajos pueden curarse en el campo en aquellas regiones en donde la cosecha coincide con la estación seca.
Los productos pueden curarse en el campo de cultivo directamente sobre las camas entre los zurcos o después de empacarlos en sacos grandes de fibra o malla.
El producto puede dejarse en el campo durante cinco días; se recomienda verificar diariamente su curado hasta que la capa exterior de la piel y los tejidos del cuello estén adecuadamente secos.
El curado puede tardarse hasta diez días, dependiendo de las condiciones meteorológicas.
El curado también puede llevarse a cabo en el interior de cobertizos ventilados en regiones donde las radiaciones solares y/o la humedad relativa son altas o el movimiento natural de aire es bajo.
Los sacos de producto se apilan en la sombra sobre lonas alquitranadas o se colocan en el costado del cobertizo abierto, bajo uno o más ventiladores de techo. Un ventilador en el techo puede ayudar en la circulación del aire.
Fuente: Técnicas de Manejo Poscosecha a Pequeña Escala de la Universidad de California