Desarrollo sustentable en México y el mundo
Hacia la década de los años sesenta algo nuevo apareció en la percepción del mundo, de los valores de la vida y los presupuestos del desarrollo. Algo que había quedado oculto, desconocido y subyugado por los regímenes políticos autoritarios, por el poder de la tecnología y por la pasión del crecimiento, irrumpe de repente en las conciencias de la gente.
Emerge así una resistencia pacifista ante al desgarramiento de las guerras y el horror de los holocaustos, luchas de liberación ante la explotación y la dependencia, movimientos de emancipación frente a las desigualdades sociales de género, una conciencia desalineadora y participativa en búsqueda de nuevos estilos de convivencia y de desarrollo.
Con estos movimientos surge una percepción de la destrucción de la naturaleza, de que algo anda mal en la concepción del progreso, en el dominio de la ciencia sobre la naturaleza, en las promesas incumplidas del desarrollo. Se va configurando una conciencia ambiental sobre los límites del crecimiento, la irracionalidad de la racionalidad económica dominante, la destrucción de las bases ecológicas de sustentabilidad del planeta, el círculo perverso de degradación ambiental y pobreza.
Todos estos problemas, concebidos como externalidades del sistema -porque los produce la economía pero no tiene los conceptos ni los instrumentos para comprenderlos ni para solucionarlos-, van configurando el campo del ambiente. Éste aparece en las formas diversas de contaminación del aire y de los recursos hídricos y del suelo; de la deforestación y pérdida de biodiversidad; de la erosión, desertificación y pérdida de fertilidad de la tierra; del calentamiento global y el enrarecimiento de la capa estratosférica del ozono; de la degradación de la calidad de vida de la gente.
La conciencia ambiental se expandió a escala mundial en los años setenta con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, celebrada en Estocolmo en 1972. En ese momento se señalan los límites de la racionalidad económica y los desafíos que genera la degradación ambiental al proyecto civilizatorio de la modernidad.
La escasez, fundante de la teoría y práctica económica, se convirtió en una escasez global. Esta ya no se resuelve mediante el progreso técnico, por la sustitución de recursos escasos por otros más abundantes, al tiempo que los desechos y el calor generados por el crecimiento desenfrenado de la producción van saturando al ambiente, rompiendo los equilibrios ecológicos de los que depende la sustentabilidad de la vida y de la economía.
Los límites del crecimiento hacen sonar la alarma ecológica que revela los límites físicos del planeta para proseguir la marcha acumulativa de la contaminación, de la explotación de los recursos naturales y del crecimiento demográfico.
Por primera vez se advierten las condiciones que impone la segunda ley de la termodinámica al crecimiento económico que se alimenta de la desorganización de los ecosistemas, la pérdida de productividad de las tierras y la transformación tecnológica de los recursos, enfrentándose a la ineluctable degradación entrópica de los procesos productivos.
Es esta degradación de la energía útil lo que se manifiesta en el calentamiento global del planeta, como efecto de la creciente producción de gases invernadero y la disminución de la capacidad de absorción de dióxido de carbono debido al avance dela deforestación.
A una década de la conferencia de Estocolmo y de formulados los principios del ecodesarrollo, los países del tercer mundo y de América Latina en particular, se vieron atrapados en la crisis de la deuda, la inflación y la recesión económica. La recuperación del crecimiento apareció entonces como una prioridad y razón de fuerza mayor de las políticas gubernamentales.
En éste proceso se configuraron los programas neoliberales de diferentes países, al tiempo que avanzaban y se complican los problemas ambientales del orbe. En ese momento empieza a caer en desuso el discurso del ecodesarrollo y a ser suplantado por la retórica del desarrollo sostenible. Si bien muchos de los principios de ambos discursos son afines, las estrategias de poder del orden económico dominante van modificando el discurso ambiental crítico para someterlo a la racionalidad del crecimiento económico.
A solicitud del secretario general de las Naciones Unidas se constituyó la Comisión mundial sobre medio ambiente y desarrollo para evaluar los procesos de degradación ambiental y la eficacia de las políticas ambientales para enfrentarlos.
Luego de tres años de estudios, discusiones y audiencias públicas sobr e esta problemática, la Comisión publicó sus conclusiones en 1987 en un documento intitulado Nuestro futuro común, conocido también como el informe Bruntland.
Nuestro futuro común reconoce las disparidades entre naciones y la forma como se acentúan con la crisis de la deuda de los países del tercer mundo. Al mismo tiempo, busca un terreno común donde plantear una política de consenso capaz de disolver las diferentes visiones e intereses de países, pueblos y grupos sociales que plasman el campo conflictivo del desarrollo sostenible. Así empezó a configurarse un concepto de sustentabilidad como condición para la sobrevivencia del género humano, buscando un esfuerzo compartido por todas las naciones del planeta.
La Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, usó el términodesarrollo sustentable en su informe Nuestro futuro común, de 1987; lo de finió como «él desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias».
Otra interpretación es:«desarrollo que mejora la calidad de vida, actual y futura, en una forma que mantiene los procesos ecológicos de los que la vida depende «. En México, la Ley General del EquilibrioEcológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), define al desarrollo sustentable como: “El proceso evaluable mediante criterios e indicadores de carácter ambiental, económico y social que tiende a mejorar la calidad de vida y la productividad de las personas, que se funda en medidas apropiadas de preservación del equilibrio ecológico, protección del ambiente y aprovechamiento de recursos naturales, de manera que no se comprometa la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras».
Hablar de la sustentabilidad es hablar de la capacidad para mantener una condición a través del tiempo; en otras palabras, es lograr mantener los sistemas de soporte esenciales para la vida humana y de otras especies. Es referirse a la disponibilidad continua de los recursos naturales necesaria para garantizar e incrementar la calidad de vida.
Ambas, la calidad de vida de la población y la viabilidad de la economía se socavan si no se logra la sustentabilidad ecológica. Las interacciones entre el ambiente, la economía y la sociedad son tan importantes, que las políticas para proteger el ambiente deben incluir medidas sociales y económicas; y las políticas sociales y económicas deben incluir medidas de conservación delos recursos.
Algunos principios que deben guiar un proceso de desarrollo sustentable son:
a) El principio preventivo. En la aplicación de este principio, las decisiones de lossectores público y privado deberán basarse en una e valuación cuidadosa para evitar daños al medio ambiente y en una evaluación que pondere el riesgo y las consecuencias de diversas alternativas.
Donde hay amenazas de daño ambiental serio e irrevocable, la falta de certeza científica no debería usarse como una razón para aplazar las medidas destinadas a prevenir la degradación ambiental.
b) La equidad intrageneracional e intergeneracional. La equidad es otra manera dehablar de justicia, equilibrio social, la igualdad de oportunidades y el acceso a éstas. Describe una relación entre las personas; no sólo una norma mínima. Para asegurar la equidad es necesario atender la desventaja económica, social y física.
La equidad también tiene una dimensión geográfica, en la que el acceso al empleo, educación, salud y un ambiente saludable varía con la ubicación.
Si la equidad se quiere lograr entre las distintas generaciones, debe tratarse como un objetivo similar a los de eficiencia económica e integridad ambiental en el desarrollo de soluciones. Se pueden requerir recursos adicionales para grupos específicos y compensar sus desventajas particulares. Esto requerirá soluciones innovadoras y mayor atención.
Para lograr la equidad intergeneracional, la generación actual deberá asegurar que la salud, diversidad y la productividad del medio ambiente se mantengan o mejore en beneficio de las generaciones futuras. Más específicamente, necesitan mantenerse las funciones ecológicas esenciales a fin de conservar su capacidad para asimilar y reducir residuos y para salvaguardar el potencial de producción de alimentos y materia prima.
En virtud de que no se conocen los impactos a largo plazo de muchas actividades, asegurar la equidad entre las generaciones, requiere aplicar el principio preventivo mencionado.
c) La orientación hacia las soluciones. Muchos gobiernos locales han comenzadoen los últimos años a enfocarse a las soluciones en vez de a los problemas. Esta orientación requiere de un pensamiento creativo sobre los problemas y un enfoque activo, en vez de una postura reactiva. Así, un enfoque orientado hacia las soluciones apunta a la prevención y no a remediar consecuencias, así como a la identificación de oportunidades.
d) Compromiso con el mejoramiento continúo. El logro de una meta de largo plazorequiere un compromiso duradero que lleve a realizar progresos continuos para lograrla. Es relativamente fácil propiciar una explosión inicial de entusiasmo y actividad, pero para el progreso continuo es necesario mantener los esfuerzos a lo largo de todo el trayecto.
Comprometerse con el mejoramiento continuo hacia la sustentabilidad significa que los impactos potenciales de todas las actividades, de aquellas que parecen relativamente triviales, deben tomarse en cuenta; lo que también significa que los cambios pueden instrumentarse en pasos o etapas manejables.
A mayor tasa de cambios necesarios, más difícil y cara es la transición. Por ejemplo, es más fácil mejorar la eficiencia en el uso del agua en un porcentaje pequeño cada año durante varios años, que mejorarla 20% en un año.
e) La responsabilidad. Los gobiernos locales son responsables ante lascomunidades que sirven. Están obligados, por lo tan to, a mantener informada a la población no solamente sobre las decisiones que toman, sino también sobre las implicaciones de esas decisiones.
Su responsabilidad, sin embargo, va más allá que el mero acceso a la información; tienen que asegurar que informan a sus comunidades en tal forma que las personas puedan entender y también incorporar sus aspiraciones a las políticas y principios que guían la toma de decisiones.