Toma de muestras en la piel y en las superficies
No existen métodos normalizados para evaluar la exposición de la piel a sustancias químicas y predecir la dosis. El muestreo de superficies se realiza principalmente para evaluar las prácticas de trabajo e identificar posibles fuentes de absorción a través de la piel o por ingestión. Para evaluar el potencial de absorción dérmica e ingestión, se utilizan dos tipos de métodos de muestreo de superficie: métodos directos, que consisten en tomar muestras en la piel del trabajador, y métodos indirectos, que consisten en la obtención de muestras por frotamiento de las superficies.
El muestreo directo de la piel consiste en colocar gasas sobre la piel para absorber las sustancias químicas, lavar la piel con disolventes para separar los contaminantes o utilizar luz fluorescente para identificar los contaminantes presentes en la piel. Las gasas se colocan en diferentes partes del cuerpo y se dejan expuestas o se colocan debajo del equipo de protección personal. Al final de la jornada de trabajo, se retiran las gasas y se analizan en el laboratorio; la distribución de concentraciones en diferentes partes del cuerpo permite identificar las zonas de exposición de la piel. Este método es poco costoso y fácil de realizar; sin embargo, los resultados presentan limitaciones, ya que las gasas no constituyen modelos físicos adecuados de las propiedades de absorción y retención de la piel y miden concentraciones que no son necesariamente representativas de todo el cuerpo.
Los lavados de la piel consisten en enjuagar la piel con disolventes o introducir las manos en bolsas de plástico llenas de disolvente para medir la concentración de sustancias químicas en su superficie. Este método puede subestimar la dosis al recoger sólo la fracción no absorbida de las sustancias químicas.
El control con luz fluorescente se utiliza para identificar la exposición de la piel a sustancias químicas que son fluorescentes por naturaleza, como compuestos aromáticos polinucleares, y para identificar exposiciones a sustancias químicas a las que se han añadido intencionadamente compuestos fluorescentes. Para detectar la contaminación, se realiza un barrido de la piel con luz ultravioleta. La visualización de las zonas contaminadas permite que los trabajadores conozcan el efecto de las prácticas de trabajo en la exposición. En la actualidad, se están realizando investigaciones para cuantificar la intensidad fluorescente y relacionarla con la dosis.
Los métodos de muestreo indirecto por frotamiento requieren el uso de gasas, filtros de fibra de vidrio o filtros de celulosa para frotar el interior de guantes o respiradores o las superficies. La eficacia de la recogida puede aumentar si se añaden disolventes. Seguidamente, las gasas o los filtros se analizan en el laboratorio. Para normalizar los resultados y poder realizar comparaciones entre distintas muestras, se utiliza una plantilla cuadrada para tomar muestras en un área de 100 cm2.
Fuente: Herrick Robert F., Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo.