Medios biológicos
Las muestras de sangre, orina y aire exhalado son las más adecuadas para el control biológico rutinario, mientras que el pelo, la leche, la saliva y las uñas se utilizan con menos frecuencia. El control biológico se realiza mediante la recogida en el lugar de trabajo de muestras en serie de sangre y orina, y su posterior análisis en el laboratorio. Las muestras de aire exhalado se recogen en bolsas de Tedlar, pipetas de vidrio especialmente diseñadas al efecto o tubos con absorbente y se analizan “in situ”, utilizando instrumentos de lectura directa, o en el laboratorio.
Las muestras de sangre, orina y aire exhalado se utilizan principalmente para medir el compuesto original no modificado (la misma sustancia química de la que se toman muestras en el aire del lugar de trabajo), sus metabolitos o un cambio bioquímico (compuestos intermedios) que ha sido inducido en el organismo. Por ejemplo, el plomo inorgánico se mide en la sangre para evaluar la exposición al plomo; el metabolito ácido mandélico se mide en la orina para determinar tanto la exposición al estireno como la del etilbenceno, y la carboxihemoglobina es el compuesto intermedio que se mide en la sangre para determinar la exposición a monóxido de carbono y cloruro de metileno. Para el control de la exposición, la concentración de un determinante ideal estará estrechamente correlacionada con la intensidad de la exposición. Para el control médico, la concentración de un determinante ideal estará estrechamente correlacionada con su concentración en el órgano diana.
El momento de tomar las muestras puede influir en la utilidad de las mediciones; las muestras deben recogerse en los momentos en que reflejen la exposición con mayor exactitud. El momento más oportuno depende de la semivida biológica de excreción de una sustancia química, que refleja la velocidad con que dicha sustancia es eliminada del organismo, y que puede variar de horas a años. La concentración en los órganos diana de las sustancias químicas con semivida biológica corta depende en gran medida de la concentración ambiental; la concentración en los órganos diana de las sustancias químicas con semivida biológica larga fluctúa muy poco en respuesta a las exposiciones ambientales.
En el caso de las sustancias químicas con semivida biológica inferior a tres horas, las muestras deben tomarse justo al finalizar la jornada laboral, antes de que las concentraciones disminuyan rápidamente, para que quede reflejada la exposición durante ese día. En el caso de las sustancias químicas con semi-vida larga, como los bifenilos policlorados y el plomo, las mues-tras pueden tomarse en cualquier momento.
Fuente: Herrick Robert F., Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo.