Aleaciones de níquel-cobre (Moneles)

Los moneles son aleaciones de níquel-cobre en las que el níquel es el elemento predominante.

Los moneles son aleaciones útiles porque poseen una resistencia excelente a la corrosión, combinada con una resistencia moderadamente alta, con menos costo que el níquel puro.

Los moneles se pueden colar, forjar, laminar y soldar con cierta facilidad. En la condición recocida pueden desarrollar una resistencia de tensión de 80,000 psi (552 MPa) con 45% de elongación y 100,000 psi (690 MPa) con 25% de elongación cuando se les trabaja en frío.

El monel-R tiene las mismas características generales de los moneles, pero es una aleación de maquinado libre, que contiene de 0.025 a 0.050% de azufre, destinada a procesarse en máquinas automáticas de fabricación de tornillos.

El monel-K es un monel endurecible por precipitación que contiene cerca de 3% de aluminio y una resistencia semejante a la del acero tratado con calor.

El tratamiento de calor es como sigue: tratamiento de la solución a 1600°F(870°C) durante ½ hr, seguido de templado con agua.

A esto sigue un calentamiento hasta la temperatura de precipitación de 1100°F(595°C) durante 8 a 16 hr y después un enfriamiento en el horno.

El monel-S se usa en especial en colados y contiene alrededor de 4% de silicio. Esta aleación también responde al endurecimiento por precipitación.

Su dureza de unos 37 Rc la hace apropiada cuando es importante la resistencia a la abrasión y erosión, como en asientos de válvulas y en donde el contacto por deslizamiento se realiza bajo condiciones corrosivas.

Esta aleación se hace solución calentándola durante 1hr a una temperatura de 1600°F (870°C), seguida de un enfriamiento en el aire hasta 1200°F (650°C) y después templándola en aceite o agua.

El endurecimiento se obtiene después del tratamiento de ablandamiento (solucionización) calentándola hasta 1100 °F(595°C) durante 4 a 6 hr, seguido de un enfriado en el horno.

Fuente: Apuntes de Ciencia de materiales de la UNIDEG