Empresas familiares
La empresa familiar es uno de los modelos de la organización más antiguos en todas las civilizaciones. La familia, como grupo social primario, se ha relacionado desde la antigüedad con el trabajo. La familia trabajó primero para conseguir su propia supervivencia.
Familia y trabajo se integraron para lograr la autosuficiencia y en muchas ocasiones, para el autoconsumo.
La familia siembra y cosecha para poder satisfacer sus necesidades más inmediatas.
La familia produce y vende sus excedentes a terceras personas.
Las empresas familiares han encontrado desde siempre que el trabajo común, la confianza y el apoyo mutuo, han logrado desarrollar su tarea común, sin saber en muchas ocasiones de qué manera se han formalizado en una organización productiva, que crece y exige más de su tiempo y se dedicación.
La empresa familiar desarrolla y acumula una experiencia que se trasmite de padres a hijos.
Principios y criterios de acción de cada generación deben seguir para conservar, consolidar o mejorar el negocio.
En el siglo XIX en el medio Latinoamericano era muy común que las compañías llevaran en su razón social, no sólo el nombre del propietario, sino el de sus hijos y sucesores.
Industrias y comercios ostentaban orgullosamente el nombre de su fundador y, como consecuencia, la razón de ser empresas familiares: Antonio Fernández y Suc.; López Arraiga e Hijos, comerciantes.
Esta modalidad en el nombre de las empresas imitada del continente europeo. Los estadounidenses se inclinaron por el modelo de la empresa como sociedad anónima.
Fuente: Apuntes de la materia de administración 2 / Unideg