Coste
Todas las organizaciones disponen de unos recursos limitados. El reto consiste en aprovechar al máximo dichos recursos. Cuando se identifican exposiciones peligrosas y se desarrolla una estrategia de intervención, el coste es un factor que debe tenerse en cuenta. La “mejor compra” no siempre será la solución de mayor o menor coste. El coste se convierte en un factor sólo después de haber identificado varios métodos viables de control.
Entonces, el coste puede utilizarse como criterio para seleccionar aquellos controles que serán más eficaces en una determinada situación. Si el coste es el factor determinante desde el principio, es posible que se elijan controles deficientes o inadecuados o que éstos interfieran con el trabajo del empleado. Sería poco aconsejable elegir controles de bajo coste que interfiriesen y retrasaran un proceso de fabricación.
El proceso perdería productividad y el coste sería mayor. En muy poco tiempo, el coste “real” de estos controles de “bajo coste” sería enorme. Los ingenieros industriales aportan su conocimiento de las instalaciones y los procesos en su conjunto; los ingenieros de producción, su conocimiento de las etapas y procesos de producción; los analistas financieros, su conocimiento de los problemas de asignación de recursos.
Los higienistas industriales pueden aportar una perspectiva específica a este debate gracias a su conocimiento de las tareas de cada puesto de trabajo, su interacción con el equipo de fabricación y la manera en que funcionarán los controles en un entorno determinado. Este enfoque en equipo aumenta la probabilidad de elegir el control más adecuado (desde distintas perspectivas).
Fuente: Herrick Robert F., Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo.