Idoneidad de las propiedades de advertencia
Cuando se intenta proteger a un trabajador de un riesgo para la salud en el trabajo, deben tenerse en cuenta las propiedades que advierten de la presencia de un material, como su olor o la irritación que produce. Por ejemplo, si un empleado trabaja con un semiconductor en una zona en la que se utiliza arsenamina, la extrema toxicidad del gas supone un importante riesgo potencial. La situación se agrava por las escasas propiedades de advertencia de la arsenamina; los trabajadores no pueden detectar la arsenamina por la vista o el olfato hasta que su concentración no ha superado ya los niveles aceptables.
En un caso así, no pueden aceptarse los controles que son marginalmente eficaces para mantener las exposiciones por debajo de unos niveles aceptables, porque los trabajadores no pueden detectar cuándo se superan esos niveles. La solución en este caso consiste en instalar controles técnicos que aíslen al trabajador del material.
Además, debe instalarse un detector continuo de la arsenamina que advierta a los trabajadores de un eventual fallo de los controles técnicos. En situaciones en las que existe el riesgo de exposición de elevada toxicidad y escasas propiedades de advertencia, se practica la higiene industrial preventiva. El higienista industrial debe abordar cada problema de exposición con una actitud flexible y reflexiva.
Fuente: Herrick Robert F., Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo.