Mejorar las oportunidades: atención y educación de la primera infancia

Desde 1998 han sido lentos los progresos realizados en la ampliación del acceso a los programas de educación preprimaria. En la mayoría de las naciones pertenecientes a las regiones del África Subsahariana, los Estados Árabes, Asia Central y Asia Meridional y Occidental, el nivel de escolarización en este tipo de educación es muy bajo, y en algunos países muy endeudados ha disminuido entre 1998 y 2001.

Por término medio, un niño nacido en África sólo puede esperar 0,3 año de escolaridad en preprimaria, en comparación con 1,6 año en América Latina y el Caribe y 2,3 años en América del Norte y Europa Occidental.

Aunque la incidencia de la disparidad entre los sexos sea menos considerable en laAtención y Educación de la Primera Infancia (AEPI) que en la enseñanza primaria, la diferencia entre la participación de los niños y la de las niñas sigue siendo todavía considerable en algunos países – por ejemplo, Marruecos y Pakistán – donde su TBE sólo alcanza los tres cuartos de la de los varones, o incluso menos.

Pese a que los niños de los medios sociales más pobres son los que más se benefician de los servicios de AEPI en materia de cuidados, atención sanitaria y educación, siguen siendo los que corren más riesgo de verse privados de esos servicios, que se suelen ofrecer prioritariamente a los habitantes de las zonas urbanas y a las familias más acomodadas.

Es difícil tanto en el plano teórico como en el práctico evaluar la calidad de los servicios de AEPI, y además no se ha prestado suficiente atención a este problema en el plano mundial.

La mayoría de las encuestas que tienen por objeto apreciar los resultados en este ámbito evalúan el impacto de la escolarización preprimaria en la progresión del niño en primaria y en la terminación de sus estudios en este nivel de enseñanza.

Por lo que respecta a la proporción alumnos/maestro en los programas de AEPI, el África Subsahariana registra la cifra más elevada (25/1 o más, en casi la mitad de los países), mientras que en Europa Central y Oriental y Asia Central se observa la proporción más reducida (menos de 15/1 en tres países de cada cuatro).

Los datos de los países de ingresos medios o elevados indican que las exigencias en materia de calificación profesional son las mismas para el personal de preprimaria que para los maestros de primaria.

En cambio, en los países con bajos ingresos a una gran cantidad del personal de preprimaria sólo se le contrata en régimen de precariedad, se le remunera con salarios bajos y se le imparte una formación escasa o nula. Fuente: Libro de Educación para todos “El imperativo de la calidad” de la UNESCO.