La educación especial
¿A qué se le conoce como educación especial?
Educación Especial es entendida como un proceso educativo dinámico que reconoce y atiende la diversidad del estudiante y en la que se apoya para permitir a éste la consecución de metas más ajustadas a sus características personales.
Es una formación dirigida a aquellos individuos que manifiestan necesidades educativas especialespermanentes o temporales, es decir, dificultades mayores que el resto de los estudiantes para acceder a los aprendizajes que se determinan en el currículo que le corresponde por su edad, bien por causas internas, por dificultades o carencias en el entorno sociofamiliar o bien por una historia de aprendizaje desajustada.
¿Quién necesita educación especial?
A continuación se presenta una tipología descriptiva de los diversos casos –déficit y trastornos- que cubre la educación especial:
“Déficit físico”: un niño tiene una dificultad motora y, por tanto, es considerado como estudiante con necesidades educativas especiales derivadas de déficit físico, cuando presenta una alteración en su aparato locomotor, bien sea de carácter transitorio o permanente, y debido a un funcionamiento incorrecto del sistema nervioso y/o óseo y/o muscular que le impide ejecutar determinadas actividades consideradas normales en el resto de sus compañeros(as).
Del análisis de esta definición se destacan dos rasgos: en primer lugar, es una alteración en el aparato locomotor, es decir, las personas con déficit físico de manera prioritaria poseen dificultades en la ejecución de sus movimientos o ausencia de los mismos, frente a la apariencia del déficit mental, que en muchas ocasiones va asociado al niño y niña; y en segundo lugar, indicar que en la definición no se hace referencia a las características personales e intelectuales de los sujetos.
Deficiencia motora
Es un hecho que hay niños (as) con deficiencia motora que poseen trastornos intelectuales, perceptivos o emocionales asociados, pero no son trastornos inherentes a la deficiencia motora. Por ello es necesario que la delimitación de estos trastornos se haga de manera individual, según el caso.
Englobados en este concepto, se refleja que existen numerosas patologías que cumplen el requisito para ser consideradas dentro del campo de la deficiencia física o motórica, es decir, que afectan al aparato locomotor.
Del mismo modo, son cuantiosas las enfermedades, causas o aspectos etiológicos que inciden en esta deficiencia. Por esta razón, el objetivo se basará en el conocimiento específico de aquellas patologías que en mayor medida inciden en la población escolar.
Aún así, en áreas de facilitar la exposición de las diferentes patologías, se establecerá una clasificación de las mismas en función de las siguientes variables: momento en que se produce o fecha de aparición, etiología, localización y origen.
Déficit psíquico
Conviene puntualizar que bajo el denominativo de “déficit psíquico” se utilizan e identifican términos como “retraso mental”, “discapacidad mental” o expresiones como “bajo funcionamiento intelectual” o “retraso intelectual”. Todos y cada uno de ellos pertenecen al espectro de una discapacidad que se puede denominar psíquica o mental.
El término “retraso mental”
El retraso mental es un término que se usa cuando una persona tiene ciertas limitaciones en su funcionamiento mental y en destrezas tales como aquéllas de la comunicación, cuidado personal, y destrezas sociales. Estas limitaciones causan que el niño y niña aprendan y se desarrollen más lentamente que un niño y niña típico.
De esta primera aproximación se deduce que el término retraso mental se asocia a dos importantes características: las limitaciones intelectuales o mentales y los problemas de adaptación.
La American Academy of Child and Adolescent Psychiatry defiende esta postura y advierte sobre el hecho de que algunos piensan que el retraso mental sólo es diagnosticable cuando el sujeto presenta bajos niveles de cociente intelectual, cuando además de éstos, debe presentar problemas considerables en su adaptación a la vida diaria.
Asociación americana sobre retraso mental
En 1992, la Asociación Americana sobre Retraso Mental adopta una definición de Retraso Mental ampliamente aceptada y extendida en los últimos años. Supone modificaciones tan sustanciales respecto a anteriores concepciones que se le puede calificar de cambio de paradigma.
Entre sus principales características se encuentran las siguientes:
1.- El retraso mental ya no se considera un rasgo absoluto del individuo, sino una expresión de la interacción entre la persona con un funcionamiento intelectual limitado y el entorno en el que se encuentra, evidenciando así un marcado carácter interactivo.
2.- La tarea de los profesionales no va a ser diagnosticar y clasificar a los individuos con retraso mental en virtud de su CI, sino evaluar multidimensionalmente individuo y contexto y a partir de esta evaluación, determinar los apoyos que necesita.
Déficit sensorial
Entre las principales caracteristicas que se presentan en un déficit sensorial se encuentran:
1.- Auditivo, desde un punto de vista general, las deficiencias auditivas se pueden considerar como aquellas alteraciones de carácter cuantitativo con respeto a una correcta percepción de la audición. Su conceptualización, conlleva necesariamente el conocimiento de algunos términos, tales como: hipoacusia: disminución de la capacidad auditiva que permite adquirir el lenguaje oral por la vía auditiva, y cofosis o sordera: pérdida total de la audición y el lenguaje se adquiere por la vía visual.
2.- Visual, se puede definir la ceguera como la pérdida total o parcial del sentido de la vista. Existen diversas gradaciones en la pérdida de este sentido, por ello es importante establecer un diagnóstico por un especialista para establecer una adecuada intervención educativa.
El sentido de la vista depende de unos parámetros:
a.- agudeza visual (capacidad de discriminar entre dos estímulos visuales distintos a una determinada distancia y la facultar de percibir la figura y la forma de los objetos);
b.- campo visual (grado de mayor excentricidad que puede abarcar el ojo humano en cada dirección);
c.- sentido cromático (facultad de percibir los colores); y d.- sentido luminoso (facultad del ojo de distinguir gradaciones en la intensidad de la iluminación)
Sobredotación intelectual
Uno de los temas que más controversia ha generado en torno al concepto de la sobredotación intelectual, tiene que ver con la consideración de estos alumnos como “especiales” y por ello objeto de un currículo adaptado a sus características.
Algunos opinan que es necesario tener en cuenta su educación porque constituye una gran posibilidad de mejorar el mundo en que vivimos (en estos términos, en Europa, se expresan algunos documentos como el elaborado por la Comisión de Cultura y Educación del Consejo de Europa en el año 1993); otros abogan por la necesidad de una educación especial porque si no la tienen tendrán problemas de motivación escolar, bajo rendimiento y trastornos emocionales.
Sin embargo, no se debe pensar que el término de “sobredotado” debe llevar inexorablemente desajustes emocionales o desadaptación, puesto que esto no ocurre en todos los casos ni se da en la misma intensidad.
Si se atiende a la conceptualización contemporánea, hoy en día el alumno con sobredotación intelectual está considerado como un “alumno con necesidades educativas especiales”, lo que supone promover una respuesta educativa que responda a estas necesidades, y dotar a la escuela de los recursos personales y materiales que sean necesarios para desarrollar de forma efectiva esa atención.
Trastornos graves del desarrollo
Como ya se ha dicho el término “trastornos graves del desarrollo” se recoge en las diversas legislaciones y tratados; ahondando en su definición, el concepto también se refiere como “trastornos generalizados del desarrollo” y corresponde a un grupo de trastornos caracterizados por alteraciones cualitativas características de la interacción social, de las formas de comunicación y por un repertorio repetitivo, estereotipado y restrictivo de intereses y actividades.
En la mayoría de los casos el desarrollo es anormal desde la primera infancia y sólo en contadas excepciones, las anomalías se manifiestan por primera vez después de los cinco años de edad. Un hecho que resulta patente es que hoy en día no existe ningún tipo de acuerdo sobre la subdivisión o clasificación de este grupo de trastornos.
Sin embargo, sí se está de acuerdo en considerar el retraso mental o déficit psíquico como una característica que no tiene por qué formar parte del diagnóstico de los trastornos generalizados del desarrollo, siendo importante que, cuando esté presente, se diagnostique por separado.
Como se viene diciendo es complicado establecer una clasificación que resulte totalmente aceptada de los trastornos graves del desarrollo. Por su importancia se van a considerar los siguientes:
1.- Autismo;
2.- Síndrome de Rett; y
3.- Síndrome de Asperger.
Transtornos de conducta y por déficit de atención con hiperactividad
Los trastornos de la conducta y del comportamiento se han convertido en una de las situaciones más preocupantes para padres y profesores que ven cómo sus hijos y alumnos presentan cuadros conductuales que necesitan apoyo médico y psicopedagógico.
Si hubiese que dar una definición clara y sencilla sobre estos trastornos se reducirá a aquella que los define como “los problemas que tienen los hijos cuando tienen dificultades para cumplir las normas que la mayoría de los niños aceptan”.