Cultura organizacional no favorece la calidad y la productividad
Con la apertura del país a los mercados globales, que ofrecen menos medidas proteccionistas a las empresas, las reglas para la realización de los negocios se han transformado dramáticamente. Sin embargo, el hecho de operar en uno de los países con una de las economías más abiertas del mundo, no ha provocado un cambio automático de las culturas organizacionales.
De hecho, muchos negocios pretenden seguir funcionando como si las reglas del juego no hubieran sido objeto de modificación alguna.
Continúan vigentes identidades, pensamientos y modos de actuación que en su momento resultaron exitosas bajo otras circunstancias.
En efecto, hay empresas que aún no tienen conciencia del notable incremento de la competencia en su giro, inversionistas que aspiran y exigen rendimientos semejantes a los que, de manera ficticia, se acostumbraron en la época de la alta inflación y especialmente, muchos sistemas, procedimientos y políticas que regulan la operación de las instituciones y que no se han revisado con un espíritu crítico.
Un ejemplo lo constituyen las funciones desempeñadas tradicionalmente por los departamentos de compras.
En los ambientes organizacionales para los cuales la calidad no tieneimportancia estratégica – característica de los mercados protegidos lo importante es la reducción de costos a como dé lugar por lo que la principal actividad de compras es conseguir al proveedor cuya cotización sea la más baja, con independencia de calidad de sus productos o servicios.
Este comportamiento todavía es típico en el caso de los concursos para pedidos y contratos en diversas dependencias oficiales (hechas a través del diario Oficial de la Federación, con el nombre de Licitación Pública) e incluso en las empresas privadas más resistentes al cambio.
Por el contrario, en los mercados de alta competencia las organizacionesadquieren conciencia con mayor rapidez de que únicamente la satisfacción del cliente es lo que aseguran los buenos resultados financieros y la permanencia del negocio, es decir, la generación de riquezas hoy mañana.
Ante esta nueva perspectiva, la calidad se revalora y se convierte en el mejor camino para incrementar la productividad.
Una cultura tal, exige un cambio en la manera de pensar y de actuar de los departamentos de compras cuya tarea se replantea y se orienta alabastecimiento de insumos de la mejor calidad y no necesariamente de los más baratos, lo cual contribuye a evitar los defectos, reduce el reprocesamiento y el desperdicio, condiciones que al final de cuentas reducen el costo total de operación de la empresa.
Fuente: Apuntes de la materia de Administración I / Unideg