La planificación como respuesta ante la transformación del estado
La planificación es por lo tanto una respuesta absolutamente esencial, debido a la transformación de los Estados latinoamericanos de simples a altamente complejos. Sin embargo, también la planificación no es una función sencilla, en vista de las numerosas variables que se deben tener en cuenta para su aplicación. Siendo además una función relativamente nueva, que implica un cambio en la forma de tomar decisiones políticas, no se podía esperar que su vigencia fuese inmediata.
De esta suerte, la planificación ha sido uno de los temas más controversiales de los últimos años. Tratadistas eminentes la han concebido como sinónimo dedictadura, como una manifestación del Estado absolutista para refrenar las libertades públicas individuales; otros, más conscientes de la realidad histórica de lo qué es la planificación y de las funciones inherentes al Estado contemporáneo, la consideran como instrumento destinado a «orientar y coordinar» los procesos sociales para obtener el óptimo grado de bienestar colectivo.
Lo cierto es, que en un régimen altamente planificado, el Estado se adjudica facultades que tienden a limitar las actividades personales, al punto de considerar algunos autores la planificación como un cuarto poder público.
Surge la interrogante, de si esas limitaciones conllevan a la prosecución del bienestar general o satisfacen intereses minoritarios de la sociedad. En el primer caso, la planificación del Estado, la concentración de poderes por el Estado esjustificada (URSS), en el segundo, la planificación carece de un atributo esencial; procurar el logro del máximo nivel de dignidad humana por la colectividad general (Cuba).