Facilitación de grupos

La facilitación describe el proceso de conducir a un grupo a través del aprendizaje o del cambio de modo que se anime a todos los miembros del grupo a participar. Este enfoque parte de la base que cada persona tiene algo único y valioso que aportar.

Sin la contribución y conocimiento de cada persona, la habilidad del grupo para entender o responder a una situación puede reducirse. El papel de la (el) facilitador(a) es extraer el conocimiento e ideas de los diferentes miembros de un grupo, ayudar a animarlos a que aprendan los unos de los otros y a pensar y actuar en conjunto.

La facilitación también se refiere a los procesos y funciones que permiten que un grupo de personas trabajar en torno a un objetivo común en forma eficiente, haciendo buen uso del tiempo y recursos, efectiva dirigida a la acción y agradable creando un clima de confianza y colaboración.

Perfil del buen facilitador

  • Tiene fe en la gente y en sus capacidades.
  • Crea una atmósfera de confianza.
  • Tiene cualidades de paciencia y capacidad de escuchar.
  • Estar consciente de sus límites y estar siempre dispuesta a escuchar.
  • Tiene confianza en sí mismo, sin arrogancia.
  • Respeta las opiniones y no impone las suyas.
  • Es creativo.
  • Es flexible, adaptar los métodos a la situación y no seguir programas rígidos.
  • Es sensible al estado de ánimo y sensibilidad de los participantes.
  • Tiene buenas capacidades para dibujar y escribir.
  • Tiene capacidad de síntesis y análisis.

Requisitos para considerar un grupo de personas como un grupo.

Para poder hablar de un grupo se debe tener en cuenta las relaciones entre las personas que lo forman, y las relacione entre cada persona y el grupo como totalidad. Se necesitan al menos tres requisitos para que un grupo de personas pueda considerarse grupo:

  1. Las personas interactúan regularmente entre ellas y comparten, a través de estas interacciones, información y recursos. A través de diferentes actos de comunicación  expresan también opiniones, deseos y emociones, aunque no siempre se tenga conciencia de esto último.
  2. Todas estas interacciones y acto comunicativos tienen como fin conseguir unos objetivos, más o menos compartidos por los miembros del grupo, son la base para la realización de una intención común que no siempre es explicita. Para realizar sus objetivos, los grupos desarrollan diferentes estrategias, planifican sus actividades y toman decisiones.
  3. Con el tiempo se crean unas normas tácticas de conducta, surgen hábitos y rutinas, se comparten ciertos valores e ideas; es decir, se crea una identidad grupal, un campo de significado compartido definido por límites más o menos difusos y que determina quien pertenece al grupo y quién no. En grupos formales existe un protocolo de membresía que regula el proceso de entrada y salida de personas en el grupo.