Detección de fraude alimentario utilizando la biotecnología
Se puede detectar si un alimento es transgénico analizando su contenido en ADN o proteínas. Mediante el análisis se trata de detectar entre los componentes de dicho alimento la presencia del nuevo gen introducido por técnicas de Ingeniería Genética (ADN transgénico, transgén) o el producto de ese gen (proteína transgénica).
Los métodos de análisis que detectan el ADN transgénico son los más utilizados, porque proporcionan una mayor especificidad y sensibilidad. Una vez extraído el ADN total del alimento la detección del transgén se realiza mediante la amplificación específica de un fragmento del mismo utilizando para ello la técnica de la PCR.
Muchos de los organismos transgénicos desarrollados hasta ahora contienen elementos genéticos comunes lo que facilita su detección.
En cuanto a los vegetales transgénicos, muchos de ellos son portadores de una secuencia de ADN característica, como sucede con la secuencia promotora denominada P-35S del virus del mosaico de la coliflor presente en la mayoría de los OGMs autorizados.
El análisis de las proteínas transgénicas es algo más complicado pero puede hacerse mediante inmunoensayos utilizando anticuerpos específicos frente a la proteína transgénica o mediante técnicas analíticas fisico-químicas más sofisticadas.
El fraude alimentario consiste en la venta de un alimento que no posee las características exigidas por la legislación para ese producto o que no tiene las propiedades marcadas en su etiqueta.
Debido a la gran variedad de alimentos que existe, el fraude alimentario puede ser de naturaleza muy diversa como, por ejemplo, la sustitución de un producto animal, vegetal o microbiano por otro parecido de menor valor, la presencia de aceite de semilla en envases etiquetados como aceite puro de oliva, la venta como fresco de pescado que ha sido congelado, la presencia de antibióticos, hormonas u otras sustancias prohibidas en la carne.
Las técnicas analíticas y metodologías comúnmente empleadas en biotecnología son de gran utilidad en el proceso de caracterización y tipificación del fraude alimentario.
Las técnicas de caracterización del ADN o de las proteínas permiten identificar cualquier especie animal, vegetal o microbiana. Las técnicas de detección y análisis inmunológico permiten en algunos casos sustituir a las técnicas de análisis fisico-químicas.
Fuente: Sociedad Española de Biotecnología