Estrategias como opción metodológica para la prospectiva
Primera: la visión de largo plazo
La visión de largo prioriza el largo plazo sobre el corto plazo define una estrategia, es decir, “el mejor camino”, especifica hacia dónde ir y lo que se quiere alcanzar a largo plazo.
En la figura se advierte que se han eliminado del pasado los puntos extremos que provienen de la información histórica, elaborando sobre una línea de tendencia que puede científica, estadística y matemáticamente calcularse, así como hallar elementos de ciclicidad o de cierta repetición, se logra realizar el análisis estadístico.
El estudio del futuro no es sólo útil para conocer el futuro, tiene un provecho todavía mayor: conociendo el futuro se puede visualizar el presente, esto es, no sólo el futuro desde el presente sino el presente desde el futuro, lo cual enriquece las capacidades de conocimiento o de diagnóstico del pasado, del presente, con elementos de diagnóstico desde el futuro.
Segunda: la cobertura holística
La cobertura holística, visión del todo por encima de las partes, permite ver el todo y sus partes a efecto de operar mejor la complejidad que ha de presentarse, incluido un manejo más fino de los indicadores adecuados. Es por ello que constituye otro elemento esencial de la prospectiva.
Todos los demás elementos del pasado pueden cambiar, algunos no cambiarán en su conformación; ello no quiere decir que el valor de las variables tengan que permanecer constantes, lo que está cambiando son las reglas del juego, o sea, aquello que permitía explicar un fenómeno en el pasado y ya no permite explicar y, mucho menos, manipular un fenómeno en el futuro.
Tercera: el consensuamiento
Única forma de pasar del conocimiento y diseño a la construcción, y exige que haya participación de los protagonistas; no excluye, sino incluye de tal manera que las decisiones sean la toma de conciencia de un colectivo que será afectado por esa decisión. Ésta se centra en su concepto de futuro y del papel de éste en la planeación estratégica y en el cambio social; algunas:
– Mientras que el pasado sucedió y no se puede cambiar , sí se pueden lograr algunas percepciones diferenciadas del pasado o encontrar hoy elementos del pasado que permiten acercarse más a la verdad o de manera diferente al pasado y el presente está sucediendo; por lo tanto existe y tampoco se puede transformar. El futuro no existe en la realidad concreta; sólo puede estar presente como imaginario.
– El futuro no es el destino, no está predeterminado, no es ineludible e inflexible.
– El futuro no es único, en realidad es múltiple, debiéramos hablar de muchas alternativas de futuros para poder estar en posibilidad de trabajar y conquistar el mejor de ellos.
Por ello, esos futuros son influenciables, manipulables por el hombre. En lugar de que el futuro lleve al hombre necesariamente hacia un destino, éste puede ser alterado convenientemente.
Bajo estas premisas, se puede construir un camino por seguir, una metodología prospectiva, entendida como procedimiento que permite construir colectivamente escenarios futuros y proponer anticipaciones sobre el cambio de tal manera que puedan evitarse tanto las tendencias negativas como las catástrofes.
Fuente: Prospectiva y escenarios para el cambio social de Tomás Miklos y Margarita Arroyo