Cómo se comunica tu bebé
No todos lo hacen igual, unos siempre ríen, otros lloran a todas horas, otros se pasan el día durmiendo… ¿Cómo saber cuál es su manera especial de responder? Sí, les podemos educar, ya que la personalidad se compone de dos partes iguales fundamentales; una que viene determinada por la herencia genética del padre, madre, abuelos… y otra, viene determinada por la educación, cultura, circunstancias en las que les toca vivir.
Puedes poner en práctica este pequeño test que te proponemos y observa cómo responde. Cuando esté durmiendo, pero no de noche…
- Enfócale la cara con la luz de una linterna
- Haz ruido con un sonajero
- Toca un par de veces una campana
- Hazle cosquillas en la nariz
Puede responder de dos maneras diferentes:
- Despertándose y llorando o gruñendo, molesto porque le has despertado. Si responde de esta manera, ¡tranquila!, tienes un niño activo.
- Sin hacer caso, algún gruñido y durmiéndose más profundamente.
¡Atención! Tu hijo se duerme para no responder
Si tu bebé pertenece a este grupo, ¡cuidado! Lo has de tratar de una manera especial. A estos bebés les agobia mucho que les hables y les cojas en brazos y les hagas varias cosas a la vez. Normalmente se ponen nerviosos y lloran por nada, o por el contrario deciden dormir todo el día para no tener que contestar a tus intentos de establecer comunicación con ellos.
Lo que debes hacer
Con estos niños es muy importante la tranquilidad, los horarios rutinarios y que todo sea muy pausado. Hablarle en voz baja con mucho cuidado para no sobresaltarlo, y poco a poco ir incorporando nuevos estímulos. Cogerlo lentamente con mucho cariño a la vez que lo miras tiernamente y observas cómo el niño se va relajando y va dejando de estar a la defensiva. ¡Ya se deja acariciar!. Aprovecha este momento para hacerle un suave masaje, si puede ser desnudito.
Piensa que el sentido que más desarrollado tienen los bebés es el tacto, por lo tanto, son muy sensibles a toda la información que reciban por la piel… ¡Cuanto más los toquemos, mejor!
Cosas que es mejor no olvidar
Si tu hijo es del «grupo 2», no le gustarán los viajes, cambios de casa, canguros diferentes, horarios diferentes según el día de la semana… Pero no te asustes, si vas despacito y con buena letra, poco a poco se irá adaptando y después del primer año podrás ir cambiando pequeñas cosas.
Siempre se pueden hacer excepciones. Si tienes que salir, intenta que siempre se quede con la misma persona de canguro; si te vas de vacaciones, prueba de llevar su osito con él para que tenga algo familiar que le acompañe.
