Planeación de la producción según JAT

En la JAT significa abandonar la distinción entre los operarios de producción y el personal de apoyo especializado, como ajustadores y controladores de calidad.

El énfasis está en simplificar y estandarizar estas funciones especializadas para que puedan ser efectuadas por el operario de producción.

Es necesario que las empresas tengan programas maestros de producción estables, tiempo de preparación cortos y suministros de materiales frecuentes y dignos de confianza, para que puedan alcanzar todo el potencial del concepto JAT.

» Siempre tendremos pedidos pendientes, porque la línea de producción tendrá paros y la producción irá retrasada…»

La mentalidad subyacente en la mente de los directores de empresa a la hora de pensar en JIT es que deberían de acelerar la producción para compensar las posibles carencias debido a la falta de inventario, para poder terminar a tiempo los productos y enviarlos a su destino final cumpliendo los plazos establecidos con los clientes.

Esto derivaría según sus previsiones en que la línea de producción estaría siempre sufriendo paros, lo cuál retrasaría la producción. Los directores de producción intentan compensar los posibles retrasos del departamento de compras con un aumento de la productividad, ya que aunque se produzcan demoras en la recepción de las materias primas o recepciones de materiales en malas condiciones, los retrasos en la entrega de los productos finales son totalmente inaceptables.

El departamento de compras, por su parte, intentará que no se produzcan estos retrasos para evitar, en la medida de lo posible, los retrasos en la producción. Pero lo que los directores y directivos de producción no llegan a comprender en este caso es la auténtica filosofía del JIT.

El JIT convertirá a la empresa en una máquina de engranajes perfecta, en la que las precisas aportaciones de cada departamento se convertirán en un funcionamiento perfecto de la maquinaria en su conjunto.

La no implantación del JIT derivaría en un círculo vicioso en la que el intento de mantener los plazos de entrega a pesar de los retrasos provocará retrasos en los siguientes productos a manufacturar, volviendo de nuevo al principio de la problemática.

El método JIT elimina de raíz esta problemática, basándose en la eliminación de las colas de existencias, ya que las materias primas se entregan ‘justo a tiempo’, de forma que el ciclo de producción se reduce generalmente en un 90 % o más, ya que los productos semiterminados no tendrán que esperar a que llegue las nuevas piezas esperando en el almacén.

En los métodos actuales, el tiempo real invertido en la transformación del producto representa realmente el 5 % del tiempo total correspondiente al ciclo completo de producción. El JIT ataca directamente al tiempo de espera del producto, eliminando los tiempos de espera .

El ciclo de producción por lo tanto no necesita ser acelerado, ya que incluso reduciremos los plazos de entrega de los productos terminados.

El departamento de compras, como hemos visto en el punto anterior, realizará su función con una mayor precisión, consiguiendo que los materiales estén a tiempo en la línea de producción, con lo cual, la producción no sufrirá retraso alguno, consiguiendo además una total interrelación entre ambos departamentos.

Fuente: Apuntes de Métodos y Sistemas de Trabajo de la Unideg