Evaluación heurística
La función del experimentador, en este caso, es la de un facilitador-interrogador que “acompaña” al usuario con el fin de ir encontrando respuestas a las dificultades que este encuentra en el uso del producto.
Durante todo el proceso en un lapso de tiempo de entre una y dos horas, el evaluador dispone de una lista con criterios reconocidos de usabilidad y características comunes de usabilidad que le orientan para comparar su experiencia con dichos principios rectores.
Los evaluadores deben estimar parámetros como, por ejemplo:
- Si el diseño de la página es original, atractivo, limpio y claro.
- Si comunica con eficacia la imagen de la empresa.
- Si la interfaz posibilita una interacción del usuario sencilla, intuitiva e instintiva.
- Si sus elementos guardan una distribución equilibrada y/o son fácilmente distinguibles a través de un contraste visual.
- Si la interfaz posee una sobrecarga visual, es decir, demasiados elementos confusamente distribuidos.
- Si elementos como el titular, el logo, los hipervínculos o los botones de navegación se distinguen con claridad.
- Qué grado de significación guardan las imágenes e infografías empleadas.