Práctica docente de los profesores de educación secundaria
La práctica docente en las escuelas secundarias observadas gira alrededor de segmentos comunes aun entre las diferentes asignaturas que se imparten actualmente. Las estructuras de actividades más representativas son las que se organizan a partir de los segmentos de nombrar lista, exponer tema, realizar ejercicios o actividades de resumen, cuestionario, trabajo en equipos y dejar tarea para la próxima lección. Esa estructura es la más generalizada, tanto en las observaciones hechas sobre 26 profesores de diferentes asignaturas y escuelas, como en los resultados de los cuestionarios aplicados a 120 profesores del Subsistema de Secundarias Generales.
Específicamente, los segmentos que más aparecen en la práctica docente son:
1. Rutinas al comienzo de la clase (saludo, nombrar lista, revisar tareas).
2. Motivación para comenzar la clase.
3. Repaso del tema anterior y/o exposición de tema nuevo.
4. Formas alternativas de abordamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje.
5. Desarrollo de ejercicios sobre el tema
6. Participación en forma grupal.
7. Evaluación.
8. Participación en el pizarrón.
9. Acciones disciplinarias.
10. Rutinas al final de la clase (dejar tarea, despedirse).
Los segmentos que protagonizan la práctica docente de los profesores de secundaria son los de apertura, constituidos por las rutinas al comienzo de la clase y de motivación por comenzar la lección, y los de cierre, dejar tarea y despedirse; juntos conforman los segmentos fundamentales en tiempo y en aparición dentro de las prácticas.
Los segmentos de desarrollo se conforman por:
– el repaso del tema anterior y/o exposición de tema nuevo,
– formas alternativas de abordamiento del proceso de enseñanza-aprendizaje (como cuestionamientos sobre el tema, construcción de mapas conceptuales),
– desarrollo de ejercicios sobre el tema,
– participación en forma grupal (trabajo en equipos) y
– participación en el pizarrón.
Estos segmentos de desarrollo ocupan un lugar subordinado en relación con los segmentos dominantes de apertura y cierre de la lección, en las prácticas específicas de los profesores. Así, la práctica en el aula tiene una estructura que gira alrededor del control (nombrar lista, revisar tareas). El segmento dominanteen los segmentos de desarrollo, que es la explicación/exposición de un tema nuevo, también parece obedecer a una lógica de control sobre el mismo conocimiento; además, el segmento de dejar tarea también prefigura un esquema de extensión del control a la misma del estudiante.
Por otra parte, la estructura de la lección privilegia y facilita el control y la disciplina del grupo, la actitud pasiva y receptiva del alumno, la poca iniciativa y movimiento dentro del aula del joven, todo lo cual disminuye las tensiones del profesor y las posibilidades de descontrol del grupo. Esta organización de la lección permite asimismo la supervisión de la asistencia, de las tareas realizadas, del contenido conocido -que no comprendido y menos aplicado.
Además, permite al profesor protagonizar y hacer girar alrededor de sí, es decir, de sus saberes, experiencias, creencias y emociones, el desarrollo de la lección. Una organización de la lección donde los momentos para pensar, reflexionar, analizar, descubrir, aprender significativamente, investigar, crear y producir no se encuentran o no son intencionados, no tiene un lugar en la estructura de la lección.
Los muchachos en la secundaria aprenden sobre todo conocimientos declarativos o nominativos, pero no procesuales, que consisten en desarrollo de habilidades o desarrollo de procesos para obtener o apropiarse de algo. Se saben cosas cuando se estudia la secundaria, pero no se pueden hacer cosas; y si la educación es un proceso intencionado, para ir del no saber, no poder, no querer, al sí saber, sí poder, sí querer, entonces la práctica genera únicamente un sí saber, que además es cuestionable, pues no sabemos en qué medida sí se sabe. Porque una cosa es tener información, y otra comprender, analizar, sintetizar, aplicar y calcular esa información, es decir, operar diferentes acciones cognitivas con esa información.
Además, la estructura privilegia la rutina al «institucionalizar» el pase de lista y el dejar tarea. Cuestionar estos segmentos, en el sentido de qué tan educativos son y qué generan en los alumnos sería muy interesante. Probablemente no sea necesario desaparecerlos, sino replantearlos de manera creativa e imaginativa, de tal manera que produzcan en términos educativos y dejen de ser acciones de rutina que aportan al control del grupo.
La práctica docente es, entonces, la que muestra algunas formas de relación social y en el espacio escolar realiza funciones de supervisión y control de los sujetos, los informa y genera formas de aprendizaje declarativo, nominal y mecánico, a través del segmento de ejercitación que es muy usual en matemáticas.
Autor: Mario Ramos Carmona. Subdirector de Investigación de la Escuela Normal para Educadoras de Guadalajara.