Evolución hacia una cultura de calidad total
La fase revolucionaría de la calidad total se desarrolla a través de los años con la insistencia de una manera de ser, pensar y actuar especial hasta obtener la nueva identidad. Tiene varios pasos:
– Convencimiento y formación de la alta dirección: Éste periodo es crítico, si el equipo directivo no tiene verdadero convencimiento es mejor no iniciar el esfuerzo en los demás niveles de la organización.
La formación de los directores es crucial y consume tiempo porque se cuestionan las practicas usuales de la empresa e incluso algunos conocimientos que los ejecutivos han adquirido en su preparación profesional.
– Introducción en toda la organización: Ahora todos los miembros de la empresa deberán conocer la filosofía, estrategias y métodos de la calidad total.
Aquí es recomendable combinar pláticas estructuradas de los dirigentes con sus colaboradores, apoyadas en el ejemplo, con la participación de especialistas en el tema.
No son recomendables los eslóganes, exhortaciones o carteles para realizar la introducción porque se desgastan rápidamente y, a veces, no resisten la realidad.
– Implantación de un proceso de mejora continua: El propósito de esta etapa es hacer operativo el concepto de calidad total en los aspectos más importantes de la organización a todo lo largo de los procesos y no por áreas de trabajo.
No se trata de llevar a cabo un «proyecto piloto», se trata de demostrar que los conceptos de calidad total pueden incorporarse a la operación natural de la empresa.
– Institucionalización hasta transformar la cultura organizacional. No basta con resolver los problemas de hoy, tiene que aprender a prevenir los del mañana.
Se requiere crear constancia en el propósito y las estrategias hasta, incorporarlos en la cultura de la institución.
Fuente: Apuntes de la materia de Administración I / Unideg