Cómo decidir quién decide
El modelo racional no ofrece una guía para saber quién debe tomar la decisión y, con frecuencia, la primera decisión que debe tomar el gerente es ¿quién decidirá?.
Esta decisión puede ser muy complicada. Cuando una serie de personas se verán afectadas por la decisión —como suele ocurrir—.
El proceso para tomar la decisión deberá estar dirigido por la prospectiva de que ellas acepten la decisión.
Por tradición, la responsabilidad última de la toma de decisiones corresponde a los gerentes. Empero, este enfoque no siempre es acertado.
Incluso una decisión gerencial, bien concebida, puede fracasar si el gerente no puede convencer a los demás de que la ejecuten en forma voluntaria.
Además, en ocasiones, los demás tienen razones magníficas para oponerse a la decisión; quizá tengan conocimiento de alternativas o factores relevantes que no fueron considerados en el análisis original.
Por otra parte, los empleados pueden implantar una decisión, con lealtad, incluso aunque no estén de acuerdo con ella, y obtener malos resultados porque la decisión es mala.
Por tanto, es cada vez mayor la cantidad de empleados que toman parte en el proceso de la toma de decisiones. Este aspecto de la toma de decisiones es tan importante.
Fuente: Apuntes de la materia de Administración 2 de la Unideg