Sistemas mixtos
En la práctica, encontramos que, en su forma pura, no existe el sistema de libre empresa ni el sistema económico socialista. En Estados Unidos de Norteamérica predomina el tipo de economía de libre empresa, pero la regulación, el control y aún la propiedad de los medios de producción por el estado son comunes.
Por otra parte, la Unión Soviética, aunque predominantemente socialista, hace uso del mecanismo del mercado para lograr alguno de sus fines económicos. En Estados Unidos de Norteamérica, las unidades gubernamentales influyen en una forma u otra en casi la quinta parte de la producción de la economía.
Como la acción del gobierno tiene el efecto de redistribuir el ingreso, resultan afectados los cuadros de la demanda del consumidor. Además, las actividades reguladoras y controladoras afectan a lo que muchas industrias pueden producir a y a los precios que puedan fijar.
La regulación de las líneas aéreas por la Junta de Aeronáutica Civil, de los ferrocarriles por la Comisión de Comercio Interestatal y de las comunicaciones por la Comisión Federal de Comunicaciones, son ejemplos.
Además, el gobierno, reduciendo la demanda de los consumidores por medio de los impuestos, gasta su importe en construir ferrocarriles, edificios y presas, y prestar servicios como la protección policiaca y la defensa nacional, cosas que los individuos no podrían adquirir si pudieran libremente gastar el dinero de los impuestos por su cuenta.
En la Unión Soviética, casi todos los medios de producción son propiedad del estado y éste los opera. Sin embargo, los trabajadores perciben salarios, y se han establecido diferencias entre los trabajadores profesionales y manuales, como también entre los calificados y no calificados, para proporcionar incentivos que mejoren el potencial de trabajo.
Pero esta medidas son complementarias de otras tomadas con objeto de asegurar que la oferta de diferentes clases de mano de obra sea la que desea el estado. Los bienes se venden en tiendas propiedad del estado a precios fijos, pero los precios son controlados por el estado y no desempeñan la función de reflejar la forma en que los consumidores valúan diferentes bienes y servicios relativamente.
En la Unión Soviética se ha propuesto recientemente, en especial por un economista llamado Liberman, que a las unidades de producción debe otorgárseles cierta forma de motivo utilitario como objeto de estimular la eficiencia.
Fuente: Apuntes de Microeconomía de la UNIDEG