Pasos para la toma de decisiones
Definir el problema, objetivo o situación de decisión.
- ¿Quién y por qué debe tomar una decisión?
- ¿Qué se quiere lograr? ¿Cómo se explica la situación?
En el mismo proceso de definición del problema suelen aclararse y organizarse las ideas, y pueden surgir distintas visiones si hay varias personas involucradas.
Buscar la información relevante
- Datos del mercado,
- Indicadores internos,
- Análisis del contexto,
- Reportes de empleados,
- Consejos de expertos,
- Buenas prácticas,
- Entre otras fuentes.
La clave en este paso es buscar la información mínima necesaria para un buen análisis.
Definir criterios de decisión
La forma de evaluar las alternativas suele variar, ya que distintas personas pueden dar prioridad a criterios diferentes.
Listar los criterios que se utilizarán para medir las opciones que simplifican los pasos que siguen.
Identificar alternativas
¿Cuáles son los cursos de acción posibles?
Evaluá la situación desde distintos ángulos y analizá si no existen soluciones ya desarrolladas para el problema. Es el momento de usar la creatividad para encontrar caminos alternativos.
Analizar resultados posibles para cada alternativa
- ¿Qué ocurre si me decido por A?
- ¿A dónde conduce la alternativa B?
Con los caminos bien identificados es posible imaginar los resultados, no sólo en términos de números (costos, ganancias), sino de aspectos cualitativos como imagen, esfuerzo o satisfacción.
Seleccionar la alternativa ganadora
Es el momento de poner en la balanza todo lo analizado, y usar los criterios como unidad de medida.
Implementar
Ninguna decisión está tomada realmente hasta que se pone en marcha. Son muchos los procesos de decisión que fallan en la etapa de ejecución.
Revisar los resultados
Cada decisión implica un aprendizaje. Aun si los resultados no fueron los esperados es posible aprender de los errores para no repetirlos. Así, esta etapa final de revisión de las decisiones tomadas es clave para mejorar.