Cómo formular el problema
La solución de un problema debe iniciar por determinar y comprender exactamente en qué consiste ese problema. La mayoría de los problemas que se resuelven en el aula de clase llegan a manos de los estudiantes perfectamente formulados. Esta etapa es una buena oportunidad para plantear situaciones en forma verbal o escrita que vinculen la enseñanza de las matemáticas con el entorno en el que vive el estudiante y que tengan una variedad de estructuras y de formas de solución (Zemelman, Daniels & Hayde, 1998).
Esta metodología obliga al estudiante a formular el problema a partir de la situación real planteada. De esta manera se contrarresta la costumbre tan común en el aula de que los problemas sean formulados por el profesor o tomados de los libros de texto (Brown & Walter, 1990).
La comprensión lingüística del problema (entender el significado de cada enunciado) es muy importante. El sujeto debe realizar una lectura previa del problema con el fin de obtener una visión general de lo que se le pide y una segunda lectura para poder responder preguntas como:
- ¿Puedo definir mejor el problema?
- ¿Qué palabras del problema me son desconocidas?
- ¿Cuáles son las palabras clave del problema?
- ¿He resuelto antes algún problema similar?
- ¿Qué información es importante?
- ¿Qué información puedo omitir?
Además, es conveniente que los estudiantes se habitúen a analizar los problemas desde diferentes puntos de vista y a categorizar la información dispersa que reciben como materia prima (Schunk, 1997).
En programación es frecuente que quien programa deba formular el problema a partir de los resultados esperados. Es muy importante que el estudiante sea consciente de que cuando las especificaciones de un programa se comunican mediante lenguaje natural, estas pueden ser ambiguas, incompletas e incongruentes. En esta etapa se debe hacer una representación precisa del problema (Rumbaugh, 1996); especificar lo más exactamente posible lo que hay que hacer (no cómo hay que hacerlo).
Fuente: eduteka.org – Algoritmos y programación guía para docentes