Planeación y control
La planeación y el control están estrechamente relacionados, porque la dirección superior debe aplicar sistemas que determinen a tiempo la ocurrencia de las desviaciones de los planes y objetivos, para poner de acuerdo la actuación con los planes, o revisar a la luz de las circunstancias que han cambiado.
La prueba de un administrador es el resultado que obtiene; sus esfuerzos deben producir los «resultados deseados».
Para determinar esto necesita criterios mediante los cuales puedan evaluarse los resultados y, si es necesario, adoptar medidas correctivas para alcanzarlos.
Si otras funciones administrativas (planeación, organi zación, integración, dirección) se realizaran adecuadamente, habría poca necesidad de control, pero muy pocas veces se logra una planeación, organización y dirección ciento por ciento efectivas.
Existen equivocaciones, pérdidas de esfuerzos, errores, desperdicios, etc., que provocan desviaciones de los objetivos fijados.
El control es función de todos los administradores, desde el gerente general hasta los supervisores de línea, en todas las organizaciones.
Algunos administradores, en particular los de los niveles inferiores, se olvidan de que todo encargado de la ejecución de planes y objetivos se convierte en el principal responsable de llevar a cabo el control.
La planeación resulta ser un prerrequisito para un control efectivo. Es absurdo suponer que el control se puede lograr sin una planeación.
Si no existe planeación no podrá tenerse una comprensión predeterminada de los resultados que se desea. Esto constituye una de las áreas problema más comunes de los administradores.
Fuente: Apuntes de Auditoria de la Unideg