Flexionar
La palabra flexionar quiere decir doblar. Cuando oímos decir que una varilla se dobló, significa que se flexionó. Así de simple es el caso de flexión que se estudia en la resistencia de los materiales.
Desde luego en esta materia estudiamos el caso de una varilla o de otro elemento que está sometido a flexión mediante algunas fuerzas aplicadas pero que aunque no se doble de todas maneras está sometida a esfuerzos que tratan de doblarla.
Ejemplos de flexión los podemos encontrar en cualquier parte y sólo mencionaremos algunos.
1. Las vigas que soportan las tejas del techo de una casa.
2. El palo de una escoba cuando barremos.
3. Una escalera cuando nos subimos a ella.
4. Un poste del alumbrado público.
5. Una llave cualquiera con la que apretamos un tomillo.
Si te fijas todos los ejemplos anteriores tienen algo en común: todos ellos tratan de ser doblados por la fuerza aplicada.
En el caso de la viga ésta se trata de doblar hacia abajo por el peso de las tejas, el palo de la escoba se trata de flexionar mediante las fuerzas aplicadas por las manos al barrer.
Otro fenómeno que puedes observar fácilmente es el siguiente. Toma una varilla de fierro y dóblala. Notarás que en la parte exterior del doblez la varilla se estira e inclusive puede tener ciertas grietas, y en la parte interior del doblez notarás que se arruga. La parte exterior estirada o agrietada te indica claramente que en esta parte la varilla está sometida a esfuerzos de tensión o tracción, y la parte interior arrugada te indica que ahí se comprimió, similarmente a lo que sucede cuando te subes a una lata de refresco la cual también se arruga al comprimirse.
En la resistencia de materiales nos interesa estudiar métodos que nos permitan calcular las medidas que debe tener una viga para que resista las cargas que soporta, sin que se vaya a romper o flexionar demasiado.
También nos interesa el problema contrario, es decir si tenemos una viga como por ejemplo de madera, de unas medidas que ya conocemos y queremos determinar cuánto peso podemos subir en ella sin que se rompa.
Aunque en la teoría de vigas se hace uso de ciertas matemáticas especializadas, lo cierto es que las fórmulas deducidas nos sirven simplemente para resolver los dos problemas anteriores.
Con lo dicho antes podemos concluir algo muy importante: necesitamos estudiar y comprender los fenómenos que ocurren durante la flexión así como las fórmulas presentadas en la teoría, pero lo más significativo es saber aplicarlas cuando se nos presente un caso práctico.
Esto no es difícil que suceda, pues por ejemplo cuantas veces has tenido que decidir algo como en el problema siguiente: necesito colgar un objeto pesado en una de las vigas del techo de la casa y te preguntarás si la viga podrá resistir dicho peso.
Muchos problemas como éste podrás resolverlos si aprendes las fórmulas básicas de la flexión.
Fuente: Apuntes de Resistencia de Materiales de la Unideg