Enfermedad de carbón de la caña en el cultivo
El carbón de es una de las principales enfermedades que afectan a este cultivo, el síntoma típico de esta enfermedad es la formación en la yema terminal de una estructura en forma de látigo, que porta las esporas del hongo.
Por su gran capacidad de diseminación en casi todas las variedades de caña, se constituye en una enfermedad altamente peligrosa, llegando generar pérdidas que puede afectar la economía agrícola de una Empresa, Región o País. En convertido en una amenaza permanente para nuestros cañaverales de la costa Norte, habiéndose establecido en el Departamento de La Libertad en el Valle Chicama.
Al romperse la membrana del látigo se liberan las esporas las cuales caen al suelo (donde pueden permanecer años inactivos hasta que las condiciones le sean favorables) e ingresan por las yemas de la semilla infectando la cepa.
Se disemina rápidamente con ayuda del agua de riego, vehículos y herramientas de campo, residuos de cosecha, el hombre y los animales.
Los daños causados por esta enfermedad son tallos delgados, sin jugo y corchosos, no aptos para molienda, y usualmente la planta presenta tallos herbáceos, entrenudos cortos, presencia de “lalas”.
Los tallos infectados son delgados, sin jugo y corchosos, no aptos para molienda. Al detectarse la presencia del “látigo” es necesario eliminar la cepa, para ello se debe embolsar el “látigo” con la finalidad de que al extraer la cepa las esporas no se diseminen, luego hay que incinerar todo este material infectado y enterrarlo, todas estas labores se deben realizar utilizando guantes, ropa adecuada, y la desinfección al termino de las labores tanto el personal como de las herramientas.
Existen variedades que son consideradas como altamente susceptibles (H50 y H61), susceptibles (H32-8560, H57-5174, H38- 2915, Mex69-420, H63-6983, H64-1219) moderadamente susceptibles (Azul Casa Grande ), y resistentes ( Mex73-523); de acuerdo a ello se deben utilizar las variedades adecuadas para no tener problemas con esta enfermedad.
Fuente: Agrobanco. Perú 2011.