Fraccionamiento de la miel
– Los tambores con miel que ingresan a la sala de fraccionamiento deben ser cuidadosamente higienizados antes de abrirlos.
– La miel debe acondicionarse para su fraccionamiento. Este tratamiento consiste en licuado, espumado, filtrado y pasteurización.
– Durante el licuado es necesario elevar la temperatura de la miel. Una vez que se registran los niveles de viscosidad buscados se produce la suspensión de numerosas partículas y se forma una gruesa espuma que debe retirarse antes de realizar el filtrado.
– En el proceso de filtrado, debe impulsarse la miel mediante bombas reguladas que no incorporen aire al flujo.
– Como última etapa, antes del fraccionado, se realiza la pasteurización. Consiste en un tratamiento térmico que tiene por objeto disminuir la actividad de mohos y levaduras sin degradar las características esenciales de la miel
– Los envases utilizados deben contar con la aprobación de la autoridad competente y deben ser resistentes a la rotura, con cierre hermético, higiénicos y de vaciado fácil.
– Los dos factores fundamentales que condicionan la conservación de la miel son la humedad relativa y la temperatura. La miel debe conservarse a una temperatura cercana a los 20ºC y una humedad no superior al 60%. Se debe tener en cuenta que si se superan dichos valores, el producto puede absorber agua.
La vida útil de la miel fraccionada es variable:
– Para envases de vidrio con tapa de rosca: dos años.
– Para envases de plástico con tapa de rosca: 1 año.
– Para envases de plástico con tapa termosellada: 6 meses.
Fuente: Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos. Argentina.