El llenado directo de tambores, desde el depósito, sin pasar por el decantador facilita la trazabilidad de la miel. La miel debe decantar durante 48 horas en el tambor, y luego se espuma, para retirar pequeñas partículas de cera y algunas impurezas.
El uso de bateas clarificadoras y separadoras de miel y cera con compuertas, a la salida del extractor, retienen la mayor parte de cera e impurezas, facilitando el espumado posterior.
Fuente: Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos. Argentina.