Programa de higiene y desinfección en apicultura
La buena higiene exige una limpieza eficaz y regular de los establecimientos, equipos, utensilios y vehículos para eliminar la suciedad y evitar la aparición de contaminantes en la miel. Después de cada proceso de limpieza, se debe desinfectar con el objetivo de reducir el número de microorganismos, a un nivel en que no puedan contaminar en forma nociva la miel.
Debe contarse con un registro de los procedimientos de limpieza y desinfección, que sirvan de guía a los empleados y a la administración. Se recomienda solicitar a la SAGPyAla guía de Procedimientos operativos de saneamiento (POES).
Los productos de limpieza y desinfección deben usarse según las instrucciones de los fabricantes. Además deben estar claramente identificados y guardados fuera de las áreas de manipulación de miel.
Es necesario contar con piletas específicas en las salas para el lavado de los utensilios.
El secado es una operación de suma importancia que debe hacerse cuanto antes, al aire libre o con el uso de papel descartable.
La limpieza y desinfección deben realizarse, al menos dos veces al día, al inicio y al final de la tarea.
Para facilitar la limpieza, desinfección e inspección, las maquinarias deben ubicarse de tal manera que exista el espacio suficiente entre equipos, equipos y paredes y equipos y techo. Evitar su ubicación sobre rejillas y desagües.
Los vestuarios y cuartos de aseo se deben mantener limpios en todo momento, como así también las vías de acceso y los patios situados en las inmediaciones de los locales.
Fuente: Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos. Argentina.