El uso de vacunas en porcinos
El uso de vacunas sirve para proteger a los cerdos contra problemas de sanidad, tiene la ventaja de estimular el organismo de cada animal para producir anticuerpos que lo defiendan ante la agresión de gérmenes específicos. Sin embargo, no debe utilizarse en enfermos.
Actualmente hay en el mercado vacunas efectivas para diferentes enfermedades vírales, tales como Fiebre Porcina Clásica, Aujeszky, Gastroenteritis Transmisible, Síndrome Reproductivo y Respiratorio Porcino, así como bacterianas contra Leptospira, Pasteurella, Bordetella, Erisipela, entre otras.
Debido a los diferentes ambientes de las granjas, lo más indicado es que el calendario de vacunación dependa de la zona en que está ubicada así como la rutina ya establecida. Es importante que se considere que la vacunación por sí sola no constituye la protección total de sus cerdos, por lo tanto no descuide los demás aspectos de la prevención de enfermedades ya que todos en conjunto intervienen en la reducción de riesgos a enfermedades.
Las vacunas disponibles para el control de infecciones virales son a base de virus atenuado, virus inactivado o a base de subunidades. La vacunas de virus atenuado inducen respuestas más sólidas, ya que el virus tiene la capacidad de multiplicarse y simular en gran medida una infección natural. Sus desventajas incluyen su capacidad para diseminar el virus vacuna, la posibilidad de revertir e inclusive en algunos casos de recombinarse con virus silvestres.
Las vacunas a base de virus inactivados son productos más nobles, que no representan mayor riesgo para la producción. Sin embargo, generalmente no tienen la capacidad de estimular buenas respuestas. Las bacterinas suelen conferir una buena protección a corto plazo. La implementación del esquema de vacunación deberá integrar lo siguiente:
– Determinar contra qué enfermedades vacunar.
– Los animales deberán ser vacunados solamente con productos registrados por la Sagarpa.
– Incluir en la bitácora de control los datos de nombre de la vacuna usada, fecha de caducidad y lote de producción.
– Usar lo menos posible, productos para la salud animal que puedan causar lesión en el sitio de la inyección y dañar el tejido.
– Aplicación de inyecciones de cualquier tipo, únicamente en los sitios topográficos aceptados.
– Almacenar las vacunas de acuerdo a las recomendaciones de la etiqueta.
Fuente: SAGARPA. México