Cuidado de los pollitos
Después de 21 días de incubación empezarán a nacer los primeros pollitos. A los 2 o 3 días de nacidos se les pueden permitir salir de sus nidos (siempre que el tiempo lo permita) y ese momento se aprovechará para cambiar la paja del nido y realizar una buena limpieza.
Lo más importante en los pollos recién nacidos es cuidarlos del frío; ellos necesitan mucho calor, especialmente durante las tres a cuatro semanas de vida. La forma natural en que ellos obtienen el calor para vivir es a través de su contacto con la madre. De no ser así, deberán criarse con alguna fuente artificial de calor.
Para un mejor cuidado de los pollitos se pueden utilizar distintos modelos de nidos que los protejan del clima y de los animales depredadores. Una alternativa es construir un alojamiento con un cajón de madera (en lo posible, recubierto con algún material absorbente forrado en cartones o sacos) que en su interior contenga un comedero y un bebedero. Si es época de mucho frío es necesario poner una fuente de calor artificial, que puede ser una ampolleta de 60-75 watts, una lámpara a parafina o una botella con agua caliente u obtener directamente calor de una abonera construida a un costado del alojamiento para pollitos y comunicada con ésta a través de un conducto que reemplace a la “chimenea”. Los pollitos deberán permanecer durante 3 a 4 semanas en este alojamiento y luego se trasladarán a su construcción definitiva.
Los pollitos se engordarán por un período aproximado de 3 a 6 meses hasta que alcancen un peso de alrededor de 1,3 a 1,8 Kg. Cuando se destinan a reponer gallinas de postura viejas, enfermas o poco productivas, se debe separar las pollas de los machos a los 3 a 4 meses de edad, seleccionando para la futura función de postura sólo aquellas que se vean sanas: plumaje completo, patas y dedos bien conformados y de aspecto vivaz. Las pollas que no aprueben este examen de selección se tienen que engordar junto al resto de los pollos.
Fuente: CET. Santiago de Chile.