Percepción visual del objeto
Antes de acometer el estudio de los principios fundamentales del diseño hay que buscar la comprensión del proceso que implica la percepción de las cosas; cómo se forman en nuestro cerebro las ideas de los objetos y la influencia que existe en ello de aspectos físicos y psicológicos.
El acto de ver supone una respuesta a la luz mediante la cual el hombre reconoce e identifica el entorno, la línea, el color, el contorno y la textura de las cosas. Conociendo la forma en que este proceso se lleva a cabo, el artista puede manipular las formas y dar énfasis a aquellos elementos que le resulten más interesantes aumentando, así, el significado del conjunto de la obra.
La percepción de los objetos
La estimulación que recibimos constantemente llega a nuestra conciencia en forma de figuras y estructuras; no percibimos las cosas como manchas de color, sino que cada objeto se adecua en este proceso al conocimiento previo que tenemos de él.
La percepción depende, por tanto, del aprendizaje. No resulta igual de fácil la distinción en un dibujo de un objeto conocido, que de algo cuya forma no conocemos con precisión.
Necesitamos señalar ciertas reglas que sigue nuestra percepción visual de las cosas para poder utilizarlas en la creación de imágenes más eficaces y significativas.
Podemos ordenar los factores que influyen en la creación de una imagen percibida en varios apartados:
Agrupación. Es una tendencia a organizar y percibir diferentes estímulos agrupados en una estructura determinada que tenga algún significado para el que percibe. Existen varias clases de agrupación:
– Proximidad. Los elementos cercanos tienden a agruparse.
– Semejanza. Se agrupan elementos si son semejantes entre sí.
– Continuidad. Los puntos cercanos se perciben como pertenecientes a una estructura continua (por ejemplo, fotografía, televisión, la pantalla de una computadora, etc.). Cuando visualizamos una imagen en una pantalla, aparece como perfectamente definida, sin embargo, aumentáramos mediante un zoom una parte de ella, podríamos apreciar los puntos que la forman.
Simetría o buena figura
Tendemos a agrupar los elementos formando figuras conocidas.
– Percepción figura – fondo. Los objetos que completan nuestras percepciones cotidianas se destacan como separados del fondo general.
La figura – fondo puede ser una relación reversible (puede percibirse el fondo como figura y la figura como fondo. Por ejemplo una cara frente a otra, forman una copa, si atendemos al fondo como figura).
– Contorno. Podemos distinguir las figuras del fondo porque percibimos los contornos. Estos se forman donde existe un cambio marcado en el brillo o el color.
– Pregnancia. Nuestra percepción de los objetos es mucho más completa que la estimulación sensorial que recibimos de ellos. La experiencia previa que tenemos de estas cosas tiende a rellenar las lagunas. Hay una tendencia a completar lo que físicamente constituye una estructura incompleta.
La percepción de la profundidad
Cuando percibimos un objeto próximo o lejano, la retina recibe distintos tipos de estimulación; aunque los objetos sean los mismos hay diferencias en el sombreado, en la claridad y el tamaño; de esta manera es posible apreciar su dimensión. La percepción de la profundidad no es sólo un producto de la maduración, sino también del aprendizaje.
Las claves para la percepción de este factor son de dos tipos: unioculares y binoculares.
Unioculares
Actúan cuando se carece de la visión de un ojo. Estos principios son conocidos desde la antigüedad y han sido utilizados por los pintores, desde la antigua Grecia a nuestros días, para crear la ilusión de profundidad y relieve.
– Perspectiva lineal. Los objetos más pequeños están más alejados.
– Claridad. Cuanto más claramente distinguimos un objeto, mas cerca parece.
– Sombreado. La zona más alejada de un objeto será la más oscura.
– Superposición. Un objeto estará más cerca del observador que otro al que oculta.
– Bínoculares. Hay algunos factores de la percepción que dependen de que tengamos dos ojos y no uno.
Disparidad retiniana
Cada ojo tiene una visión algo distinta del objeto por el hecho de que están separados unos centímetros. Las diferencias serán mayores cuanto más cerca se encuentre el objeto. Debido a este fenómeno podemos percibir la profundidad.
Fuente: Apuntes de Actualización gráfica de la U de Londres