Venus planeta
El planeta Venus, el segundo que se encuentra a partir del Sol, es el más próximo a la Tierra; se presenta similar a nuestro planeta tanto por dimensiones como por peso y densidad. Pero a pesar de su proximidad a nosotros, no es posible observar su superficie, debido a que un espeso e impenetrable sistema de nubes lo envuelve constantemente.
Venus es el objeto más luminoso del cielo, después del Sol y de la Luna: en las condiciones más favorables alcanza la magnitud de – 4,3 y puede ser visto a pleno día. Por ser un planeta interior a la órbita de la Tierra, Venus aparece en el cielo en las proximidades del Sol, con respecto al cual se aleja al máximo (en la época de las Elongaciones) en unos 47 grados.
Es visible tanto por la mañana, antes de la salida del Sol, como por la noche, inmediatamente después del ocaso.
Venus tiene un diámetro de 12.100 km., un poco más pequeño que el terrestre, su masa es de 4,87 x 10 elevado a 24 kg., es decir 0,8 a 1 con respecto a nuestro planeta, y la densidad media de 5,25 g/cm3, apenas inferior a la terrestre que es de 5,52.
El planeta gira alrededor del Sol en una órbita casi circular (e = 0,0068) a una distancia media de 108.210.000 km., empleando 224,7 días para realizar un giro completo. La órbita está inclinada en 3 grados 24 minutos con respecto a la eclíptica (plano de la órbita terrestre).
El día venusiano es extremadamente largo: para realizar una rotación alrededor de su propio eje, el planeta emplea 243,1 días y el sentido de esta rotación es retrógrado.
Su presión atmosférica es 90 veces superior a la terrestre; es por tanto la mayor presión atmosférica de todos los planetas rocosos. A pesar de no estar más cerca del Sol que Mercurio, Venus posee la atmósfera más caliente, pues ésta atrapa mucho más calor del Sol, debido a que está compuesta principalmente por gases de invernadero, como el dióxido de carbono.
Este planeta además posee el día más largo del sistema solar: 243 días terrestres, y su movimiento es dextrógiro, es decir, gira en el sentido de las manecillas del reloj, contrario al movimiento de los otros planetas. Por ello, en un día venusiano el sol sale por el oeste y se oculta por el este.
Al encontrarse Venus más cercano al Sol que la Tierra, siempre se puede encontrar, aproximadamente, en la misma dirección del Sol (su mayor elongación es de 47,8°), por lo que desde la Tierra se puede ver sólo unas cuantas horas antes del orto, en unos meses del año, o después del ocaso, en el resto del año.
A pesar de ello, cuando Venus es más brillante, puede ser visto durante el día, siendo uno de los tres únicos cuerpos celestes que pueden ser vistos de día a simple vista, además de la Luna y el Sol.
Venus es normalmente conocido como la estrella de la mañana (Lucero del Alba) o la estrella de la tarde (Lucero Vespertino) y, cuando es visible en el cielo nocturno, es el segundo objeto más brillante del firmamento, tras la Luna.
Por este motivo, Venus debió ser ya conocido desde los tiempos prehistóricos. Sus movimientos en el cielo eran conocidos por la mayoría de las antiguas civilizaciones, adquiriendo importancia en casi todas las interpretaciones astrológicas del movimiento planetario.
En particular, la civilización maya elaboró un calendario religioso basado en los ciclos astronómicos, incluyendo los ciclos de Venus. El símbolo del planeta Venus es una representación estilizada del espejo de la diosa Venus: un círculo con una pequeña cruz debajo, utilizado también hoy para denotar el sexo femenino.