Educación y desarrollo en nuestro continente

Queremos una educación que forme ciudadanos autónomos, informados, responsables y tolerantes; con el conocimiento, los valores y las habilidades para crear innovaciones tecnológicas; con la habilidad de razonar y la capacidad de aprender por su propia cuenta, y con una gran creatividad cultural y artística.

Hechos como la aspiración a la democracia de gran parte de América latina, la creación de modelos de desarrollo centrados en la competencia económica internacional y las demandas económicas, sociales, políticas, científico-tecnológicas, culturales y morales de los años noventa, implícitamente cuestionan el nivel de conciencia que se ha formado acerca de los retos que esos cambios plantean a la educación.

l. Educación y desarrollo en los escenarios nacionales e internacional. En el aspecto económico-laboral, el nuevo modelo de desarrollo que se está aplicando en la región exige recursos humanos mejor preparados y equitativamente distribuidos, aptos para adaptarse a los cambios tecnológicos, reconocer y absorber nueva información y métodos, actuar efectivamente en forma autónoma, preparados para trabajar en equipo. En el aspecto político, América Latina se deshizo en los años ochenta de casi todos los regímenes autoritarios avanzando en el proceso de consolidación democrática. En el aspecto cultural, las civilizaciones que conviven en la región luchan por preservar las características que definen su identidad.

Existe entonces la urgente necesidad de crear formas nuevas de cooperación, de que la educación promueve un tratamiento adecuado a todos los grupos minoritarios y estimule los principios de pluralismo, tolerancia, autonomía, respeto y aceptación a la diversidad. En el aspecto moral, el nuevo modelo de desarrollo también reclama probidad pública, honestidad, seguridad personal y confianza en las relaciones contractuales. Por último, tanto a nivel nacional como internacional, la Educación para la Paz prioriza la tolerancia, el trabajo cooperativo y la comprensión.

En cuanto a la globalización, ya irreversible, debe buscarse el modo de aprovecharla con creatividad. Aunque los ciudadanos de este continente nos negamos a ser regidos por la ley de la oferta y la demanda, y reivindicamos nuestro papel de individuos y no de mercancía sujeta a leyes mercantiles la globalización ofrece aportes concretos y positivos que deben ser reconocidos y valorados, apoyados y promovidos: creciente conciencia de universidad que abre horizontes frente a visiones provincianas: el inmenso potencial de nexos transnacionales de la sociedad globalizada puede ser una eficaz instrumento para la preservación y defensa del medio ambiente, para el control del narcotráfico y de la carrera armamentista, para garantizar la paz entre los pueblos, para enfrentar a nivel mundial el problema de las migraciones, del desempleo, del terrorismo, etc.; la emergencia a nivel mundial de nuevos poderes bajo la expresión genérica de sociedad civil, redes de solidaridad que despiertan a la gente de sus sueños alienantes.

2. Retos a la educación y al desarrollo social. Durante los últimos veinte años, las naciones de la región no solamente han acogido la democracia sino que han reformado sus economías. Sin embargo los beneficios económicos no han alcanzado a todos: la pobreza sigue siendo uno de los problemas más serios del hemisferio (más de 210 millones de personas en América Latina y el Caribe). Esto es un obstáculo enorme para el desarrollo y una amenaza para la paz y la estabilidad política que desafía de diversos modos a la educación y el desarrollo: lograr la satisfacción de las necesidades básicas de la población, asegurar la educación, la salud, la nutrición, crear instituciones democráticas y códigos de leyes en aras del progreso económico y de la justicia social; promover la realización integral de las personas, que surge de la interacción de las necesidades materiales y sociales y el desarrollo espiritual de la persona; resolver la amenaza que el fuerte crecimiento de los mercados impone sobre la educación, al obligar a modificar de manera importante la política y gobierno de los Estados, los cuales que pierden cada vez capacidad de intervención en las esferas económicas, política, militar, cultural y social de sus territorios; tomar en consideración aspectos fundamentales como cultura y lenguaje de las etnias y/o grupos sociales desfavorecidos, de las realidades marginadas en las aulas. Debe educarse para la solidaridad, para el cambio, para la tolerancia, para los valores contra el racismo; debe sintetizar el yo y el nosotros para superar los radicalismos que hacen hincapié en el yo individualista o en la colectividad.

3. Orientaciones de la Cumbres Hemisféricas. El gran tema analizado recientemente por los jefes de estado y de gobierno ha sido cómo lograr para todos los ciudadanos de los países iberoamericanos un desarrollo en democracia, acompañado de equidad social. Además coinciden en apreciar a la educación como un ámbito privilegiado y un instrumento de acción decisivo en la lucha por el desarrollo. Con esa visión, de cada reunión Cumbre ha emanado una Declaración conjunta, como las de: Guadalajara (l99l), Madrid (l992), Salvador de Bahía (l993), Cartagena (l994), Argentina (l995) y subsecuentes. En ellas se declara: apostar por un desarrollo tecnológico no mercantilista, sino orientado a la satisfacción de las necesidades sociales más apremiantes; prestar un impulso decidido a la educación, a partir de la idea de que «el conocimiento es el gran capital del siglo XX»; promover mediante la educación el pleno desarrollo de la personalidad humana y preparar a la sociedad para su plena participación en el mundo del trabajo; considerar a la educación como una condición esencial para el desarrollo.

De acuerdo con los miembros de estas reuniones Cumbre, tres son estas líneas: erradicación de la pobreza y la discriminación; fortalecimiento de la democracia, la justicia y los derechos humanos; educación con equidad, calidad, pertinencia y eficacia.

4. Algunas alternativas de solución. En lo general la educación debería cambiar sus actuales patrones de acción, generando: autonomía intelectual y libertad personal, capacidad de analizar y elegir opciones, de argumentar sin usar la fuerza y el comprenderse a sí mismo y a los otros; no buscar docilidad, obediencia y conformismo sino respetar y valorizar la diversidad. Hay que superar todo tipo de programas rígido que no toma en cuenta las necesidades, individuales de los alumnos; hay que reeducar a los profesores que se dirigen al alumno «prometido» y que solamente evalúan la capacidad de recordar hechos o que exigen el silencio de sus alumnos sin aceptar discrepancias de opinión. Lo que la educación actual debe otorgar a los alumnos es la posibilidad de «construir el conocimiento a través de la actividad personal y también grupal» porque solo así se puede llegar a un trabajo cooperativo.

En lo económico ha de ayudar al alumno a dominar aptitudes y talentos intelectuales básicos que le proporcionen las herramientas mediante los cuales pueda acceder a un trabajo y a una vida de calidad. En lo político, por la educación se ha de preparar al alumno para que participe plenamente en la actividad democrática, como un ciudadano que contribuye a construir una sociedad con justicia y equidad. En lo social, la formación educativa ayudará a los individuos a lograr autonomía económica, proveerá oportunidades educativas equitativas y creará una atmósfera segura, positiva y saludable para aprender.

En lo tecnológico, enseñar a todos los jóvenes las aptitudes necesarias para manejar adecuadamente los adelantos de la ciencia y de la técnica; y en lo cultural, la educación ha de crear personas que aprendan durante toda la vida, para una diversidad cultural y social.

5. Conclusión. Es necesario que las medidas para mejorar la calidad de la educación tengan en cuenta políticas de orientación, entre ellas: el mayor apoyo a poblaciones vulnerables y la valorización, profesionalización, y asignación de incentivos para docentes y administradores de la educación.

Con relación al apoyo a poblaciones vulnerables, debe universalizarse, la oferta de la educación básica de calidad a todos los sectores; brindar mayor asistencia técnica y apoyar actividades entre los países para iniciar, fortalecer o mejorar programas a favor de los más necesitados; promover la ejecución de programas específicos de atención focalizada para niños, niñas, jóvenes y adultos en situación de precariedad económica.

Para lo segundo es menester apoyar el diseño de políticas de formación, capacitación y especialización de docentes, administradores de la educación y otros agentes educativos con la finalidad de alcanzar niveles de competencia que respondan a las exigencias de una educación pertinente y de calidad.

Alternativas contemporáneas de la Educación

– Generar autonomía intelectual y libertad personal.
– Debe tomar en cuenta las necesidades individuales de los alumnos.
– Promover el establecimiento de un trabajo cooperativo.
– Ayudar en la adquisición de herramientas que permitan acceder a un trabajo y a una vida digna.
– Preparar para la participación plena en la construcción de una sociedad justa y equitativa.
– Formar personas que aprendan durante toda la vida, que respetan y valorizan la diversidad.

ROGELIO SEGUNDO ESCOBEDO.
México Director Ejecutivo de Acción Social y Educativa de Celaya, A. C.