El cultivo en sucesión
Otro concepto importante para conseguir el máximo rendimiento es la sucesión. Por ejemplo sembramos una semilla de rábano y, al lado una planta de lechuga y una planta de tomate.
El rábano crece rápidamente y se coge en 30 días. Después de coger el rábano, la lechuga empieza el máximo desarrollo y lo cogemos después de 60 días, justo cuando la tomatera empieza hacer fruto y sombra.
Así pues, conseguiremos que los tres cultivos no se molesten entre ellos durante una parte importante del ciclo y aprovechamos al máximo la superficie. Decimos que se van sucediendo. Esto es uno de los trucos para conseguir el máximo rendimiento de poca superficie.
El cultivo en sucesión se puede considerar una variedad del policultivo. Para planificarlo debemos de tener en cuenta la tabla de compatibilidades entre cultivos.
Las cebollas y la col se pueden transplantar más temprano. Cada semana o quince días podríamos añadir más siembras de rábano y una lechuga más para tener una producción escalonada.
El mes de abril, cuando las temperaturas ya son más cálidas podemos añadir algunas de las hortalizas de verano. Una tomatera en medio de la acelga y la col y una planta de pepinos al lado de la col.
Durante todos estos meses podemos añadir lechugas y rábanos para ir teniendo cosecha escalonada. A finales de primavera o principio de verano podemos plantar un par de judías al lado de la acelga.
Fuente: Agricultura orgánica. HORTURBÁ