Propagación por injerto
La propagación por injerto es el método más apropiado para reproducir las variedades seleccionadas de cultivo comercial, ya que los árboles injertados son uniformes en cuanto a la calidad, forma y tamaño de la fruta. Las semillas deben provenir de frutas sanas, de buen tamaño, cosechadas directamente del árbol. Su viabilidad dura hasta tres semanas después de extraída de la fruta.
La semilla se lava con agua limpia y se expone al sol durante una hora, removiéndola cada quince minutos, esto facilita el desprendimiento de la testa. Es necesario someter la semilla a tratamiento con fungicida para disminuir la incidencia de enfermedades.
Es recomendable cortar la parte angosta de la semilla, en un tramo de una cuarta parte del largo total, para ayudar así a la germinación y para hacer una primera selección, ya que el corte permite eliminar las semillas que no presenten el color natural blanco amarillento, debido a podredumbre, lesiones o cualquier otro daño.
Inmediatamente después se siembran en las bolsas colocándolas de modo que la parte cortada quede hacia arriba. Las semillas empiezan a brotar aproximadamente treinta días después de sembradas.
Fuente: Programa de diversificación de ingresos en la empresa cafetalera