Destilación del petróleo
El petróleo crudo se bombea desde el depósito (1) y se somete a un calentamiento previo mediante una serie de cambiadores de calor. Por lo tanto, en los cambiadores de calor actúa como refrigerante de los vapores y líquidos calientes que se recogen en las columnas y así favorece la pérdida de calor a partir de los mismos.
El petróleo crudo precalentado penetra en un horno de tubos (2), en el que es calentado, bajo presión, a una temperatura de destilación de 350 a 400° C.
El petróleo caliente se introduce entonces en una columna de destilación (3), en la que se expansiona, y en la que los diversos componentes, según su punto de ebullición, ascienden en forma de vapor o bien fluyen hacia abajo en estado líquido.
Para facilitar la destilación se inyecta vapor de agua recalentado en el tercio inferior de la columna. Esta es de pisos de campanas en la que cada piso contiene una fracción distinta, con un punto de ebullición tanto más bajo cuanto más elevada sea la posición ocupada por el piso.
En el piso más alto se evapora la gasolina ligera, que hasta los 2000 C pasa, junto con el vapor de agua, topp o corte superior, a un refrigeránte en donde se condensa (4). En un separador de, agua (5) se separan la gasolina y el agua.
Una parte de la gasolina así obtenida se recoge en un tanque de almacenamiento, a partir del cual se extraerá para ser sometida a su ulterior refinado químico, pero otra parte refluye a la columna (6), y penetra en ella por su parte superior con el fin de garantizar la acción fraccionadora de la columna.
La gasolina líquida y fácilmente volátil fluye hacia abajo por las campans, pero es evaporada por las fracciones de punto de ebullición mayor, con lo que estas mismas se con densan y coleccionan en el fondo. De este modo, todos los pisos contienen componentes más o menos volátiles, pero de intervalos de ebullición distintos.
Fuente: Apuntes de procesos químicos de la UNIDEG