Disfunciones sexuales más comunes
Vaginismo: es una contracción instintiva de los músculos de la zona de la vagina que cierra el orificio vaginal impidiendo la penetración. A veces es fruto del miedo al coito o al embarazo, o simplemente se presenta en las primeras relaciones coitales por puro desconocimiento de lo que va a ocurrir. Casi siempre tiene un origen psicológico y en general se suele solucionar con éxito.
Anorgasmia: es la dificultad para obtener orgasmos. Es uno de los trastornos más frecuentes en la mujer. Las causas pueden ser varias:
- Insuficiente estimulación sexual.
- Miedo a que se produzca un embarazo.
- No disponer de un sitio adecuado para hacer el amor.
- El estado de ánimo.
- Estar demasiado pendiente de alcanzar el orgasmo.
- Problemas orgánicos.
Impotencia: incapacidad para obtener y mantener una erección del pene el tiempo suficiente para tener una relación sexual satisfactoria. Con mucha frecuencia, las causas de este tipo de trastornos son de origen psicológico:
- Cansancio o bajo estado de ánimo.
- Problemas en la relación de pareja.
- Miedo al fracaso e inseguridad con respecto a la pareja.
- Pensamientos negativos acerca de la sexualidad.
Entre las causas físicas se encuentran: diabetes, hipertensión, obesidad y uso de tabaco.
Eyaculación precoz: es un trastorno muy frecuente en los hombres, sobre todo en jóvenes (entre un 20 y un 40 % de los hombres lo sufren). Para considerarla una disfunción tiene que ocurrir al menos en un 25 % de las relaciones sexuales. La mayoría de las veces las causas son psíquicas:
- Realizar el coito en lugares incómodos o poco íntimos.
- Que la pareja tenga prisa por acabar.
- Situaciones de estrés.
- Eyaculación muy rápida durante la masturbación.
Disminución del deseo sexual: también denominado deseo sexual inhibido(DSI): es más habitual en mujeres que en hombres, y generalmente tiene que ver con estados depresivos, una mala relación de pareja, baja autoestima o experiencias desagradables con respecto al sexo.
Dispareunia: dolor en los genitales durante o inmediatamente después de la actividad sexual.
Aversión sexual: miedo irracional a la actividad sexual.
Para poder hablar de disfunción sexual, el síntoma se ha de presentar de una manera persistente o recurrente, es decir, que se mantenga en el tiempo. Así mismo, el síntoma se presenta a pesar de tener una estimulación adecuada.
Fuente: Instituto Asturiano de la juventud