Calentamiento directo
El calentamiento directo con gas de combustión está muy extendido. Por ejemplo, en los hornos tubulares rotatorios para azufre, pirita y cemento; en los hornos anulares para ladrillos y tejas; en los altos hornos, los hornos de forjado y los hornos de cuba.
Los hornos de cuba son torres de reacción recubiertas en su interior con materiales refractarios y que se calientan de manera directa, es decir, el calor necesario para la reacción se consigue mezclando directamente el combustible con los materiales que reaccionan. Por ejemplo, los hornos de cal.
Los hornos de cuba se cargan generalmente por la parte superior y frecuentemente en esta parte existe un cierre del tipo de una esclusa, especialmente cuando se quieren captar los gases desprendidos en el horno. En la parte inferior existen dispositivos para descargar los productos finales sólidos o líquidos.
Los hornos de tubo tienen una gran importancia en la industria químico-inorgánica. Son grandes tubos de acero, de hasta 160 m de longitud y un diámetro de hasta 4 m. Se montan ligeramente inclinados sobre ruedas y, por medio de reducciones se acoplan a un motor que les imprime un giro lento de 1 a 2 vueltas por minuto.
El trabajo de estos hornos es continuo. Se cargan con materiales por el extremo más alto y éstos progresan, gracias a la rotación del horno, hasta salir por el extremo inferior.
Fuente: Apuntes de procesos químicos de la UNIDEG