Manejo de centrífugas
En el manejo de centrífugas hay que tener en cuenta las medidas de seguridad siguientes:
1. Las centrífugas se deben comprobar por lo menos una vez al año por un técnico especializado (para cada centrífuga debe llevarse un libro de control con el dictamen pericial)
2. Las centrífugas deben disponer de una tapa protectora con cierre de seguridad. El funcionamiento impecable del cierre debe comprobarse continuamente por el maestro mecánico.
3. La carga máxima y el número de revoluciones por unidad de tiempo indicados en la placa de identificación no se deben sobrepasar.
4. En las centrífugas, y en especial en las de tamiz, la carga debe repartirse de modo uniforme. Si por distribución inadecuada de la carga se produce desequilibrio, primeramente se intentará compensar por rellenado. Si aún así no se consigue el equilibrio se elimina por raspado parte de la capa depositada. Si aún así no se consigue una marcha regular sin vibraciones, se debe parar la centrífuga inmediatamente.
5. Las centrífugas instaladas en locales especialmente protegidos contra el riesgo de explosión deben estar provistas de los mismos elementos de protección (correa de transmisión conductora de la electricidad). Si se centrifugan materias combustibles, se debe trabajar bajo atmósfera inerte (nitrógeno).
6. Hasta que una centrífuga no está por completo parada, esta terminantemente prohibido vaciarla o limpiarla con paletas u otros utensilios.
Fuente: Apuntes de procesos químicos de la UNIDEG