Evolución del niño sin problemas
El tocólogo revisará periódicamente el embarazo, tratando de vigilar el adecuado crecimiento del niño, mediante los correspondientes controles ecográficos. De esta forma podrá poner manifiesto con prontitud su crecimiento excesivo.
Asimismo tratará de diagnosticar precozmente la posible, aunque muy rara presencia de malformaciones congénitas, mediante la práctica de determinados análisis (alfa-fetoproteína) y los antes estudios ecográficos.
A partir de la 36-37º semana, es importante vigilar la salud intraútero del niño, para lo que la madre será sometida periódicamente a un registro de los latidos cardiacos fetales a través de un aparato similar a un electrocardiógrafo. Puede ser útil en este sentido, y previa enseñanza por parte del tocólogo, que la propia mujer registre con periodicidad el número de movimientos de su hijo durante un espacio de tiempo determinado.
En mujeres mayores de 35 años, en las que su edad pueda existir la posibilidad de que el niño desarrolle alguna malformación, puede llevarse a cabo entre las 14-16 semanas de gestación al análisis de una pequeña cantidad del líquido amniótico que rodea al niño dentro del útero, obtener por punción con una aguja fina bajo control ecográfico (amniocentesis).
Fuente: Guía diabetológica de David Gómez Carcelén