Educación práctica vs. la educación tradicional

La educación en general es uno de los activos más poderosos, importantes y representativos para todo ser humano en cualquier nivel en el cual se desempeñe en sociedad.

La humanidad actualmente vive una sobrecarga de información debido a que el conocimiento se encuentra apalancado cada vez más por los recursos tecnológicos, entre los cuales la super autopista de la información Internet juega un papel fundamental y valiosísimo en la difusión de la educación.

Por tal motivo, si para mediados de la década de los noventa el conocimiento se duplicaba cada cuatro años, hoy en día estamos hablando de menos de veinte meses para hallar una comparación en la velocidad con la cual se maneja en estos tiempos la información.

En la era Industrial, que comenzó oficialmente entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del siglo XIX, se desarrollaron una serie de conceptos frente al trabajo y la educación, cuya influencia continuó de largo hasta finales del siglo XX, cuando la era de la información aparece en escena, impulsada espectacularmente por la revolución digital y electrónica, y la red mundial de la información.

Estos conceptos son básicamente los siguientes:

•La creación de puestos de trabajo en empresas que ostentan la concentración de capitales y la producción de bienes de consumo.

•La educación tradicional donde todo individuo pasa por un proceso de 18 o más años de su vida para ser económica y socialmente productivo.

•El monopolio de la educación por parte de los centros docentes tradicionales como colegios y universidades públicos y privados, que han desarrollado un gran negocio bajo la promesa de dotar a sus alumnos de una posición socialmente aceptada y unos ingresos «altos» después de una inversión por individuo que en promedio representa hasta los 20 años unos USD 50.000 o más, si se tiene en cuenta toda su vida académica antes de ser social y económicamente productivo.

•Aprendizaje doloroso, donde se castigan los errores y el alumno no busca el conocimiento por convicción o vocación, sino en su gran mayoría por cumplir un requisito socio cultural.

Pero el anterior panorama se ha visto radicalmente modificado por la llegada de la revolución tecnológica, con cada vez más equipos de computación poderosos y efectivos y una red de información que ha hecho del mundo una auténtica aldea global.

La educación práctica se define como «el proceso optimizado de recursos tecnológicos que infunde conocimientos precisos y necesarios para superarse en un ambiente concreto o determinado«.

Y a través de la Internet encuentra este tipo de educación el nicho ideal para cumplir la función que la educación tradicional de tantos años de estudio e inversión de tiempo y dinero no puede lograr.

De la educación tradicional por supuesto, hay grandes ventajas que hay que destacar, como la disciplina que enseña a sus alumnos , la socialización y el desarrollo de habilidades cognitivas y críticas que desarrolla en los niños y jóvenes.

Por otra parte los emprendedores que son personas en muchos casos con poca educación formal o que no culminaron estudios superiores, son la nueva clase líder de la era de la información, y han construído con escasos recursos económicos y sociales vastos imperios de oportunidades aprovechando el advenimiento de los recursos tecnológicos, y han desarrollado compañías punteras que colocan las oportunidades no como un privilegio de unos pocos, sino como el derecho asociado a todo individuo que sea atrevido y constante en sus iniciativas personales y profesionales.

Los pilares de la moderna educación práctica son:

Acceso a la información a bajos costos, sin distingos de raza, condición social o credo religioso o socio político.

Optimización de tiempo para que las personas obtengan resultados académicos-prácticos en sus necesidades concretas personales, familiares y sociales.

Aprendizaje inclusivo y cooperativo, integrando mesas dinámicas de trabajo con diferentes culturas a nivel grupal donde los errores se aprovechan para mejorar.

Por ejemplo tenemos el caso de los postgrados académicos on-line, donde los alumnos interactúan con toda una comunidad global para comparar y discernir soluciones a problemas de trabajo y así pueden recibir una retroalimentación mucho más amplia, que estando con unos pocos estudiantes en un centro docente local.

Crecimiento cada vez mayor en la oferta de programas académicos y prácticos para seleccionar y participar, operando todo desde la comodidad del hogar o de la oficina, aprovechando una conexión de banda ancha y equipós de computación fijos o portátiles, o dispositivos móviles.

Conscientes del principio de la competencia cuyo autor económico Adam Smith en el siglo XVIII postuló magistralmente que era el elemento regulador de las fuerzas económicas dominantes, tanto las universidades como los colegios tradicionales están tomado ventaja de esta oportunidad, sabiendo que deben modificar sustancialmente aunque gradualmente sus procesos académicos, haciéndolos más accesibles y competitivos con la era de la información, de otra manera al enfrentarse a una comunidad global optimizada en sus procesos académicos con miles de millones de usuarios conectadados en línea pueden desaparecer literalmente del panorama acadmémico.

Como la transferencia de una educación rígida, presencial a una educación práctica y semipresencial o no presencial ha entrado en un proceso de tiempo ganando cada vez más adeptos entre los estudiantes y los centros educativos, nuestras recomendaciones para quienes continuan obteniendo mayoritariamente su desarrollo económico, personal y social de la educación tradicional son las siguientes:

Abrir su mente y considerar los beneficios que la educación práctica aportará a su ya conocida y desarrollada carrera profesional tradicional.

No subestimar los recursos on-line porque la información que se encuentra en ellos no es teórica, sino prática en su gran mayoría y produce resultados acelerados y muy positivos para transformar todo un entorno social, cultural y económico. Y tener en cuenta que este tipo de información no se encuentra disponible en los centros docentes tradicionales.

•Integrar la metodología online y los métodos tradicionales de aprendizaje para formar una alianza estratégica que hará del profesional tradicional un(a) líder en su campo profesional, personal y social.

Fuente: articuloz.com