Consejos para el cuidado de los pies del diabético
1. El lavado de los pies:
El lavado de los pies es imprescindible, ya que previene la aparición de numerosas complicaciones motivadas por una higiene insuficiente.
Recomendaciones:
- La temperatura del agua debe ser tibia, si es más elevada podría sufrir quemaduras. Utiliza un termómetro de baño o el codo para medirla. La temperatura adecuada seria aproximadamente 37 ºC.
– Utilizar siempre un jabón de PH neutro.
– No prolongar el lavado más tiempo del recomendable, para evitar el reblandecimiento excesivo de la piel, el tiempo aconsejable rondará los 5 minutos.
– Secar bien los pies con una toalla suave, sin frotarlos. Los espacios entre los dedos y los bordes de las uñas, deben secarse
cuidadosamente, porque la humedad favorece la aparición de infecciones.
- No utilizar talco, porque reseca excesivamente la piel y puede favorecer la aparición de grietas.
- Después del lavado es aconsejable aplicar una crema hidratante, lo que previene la aparición de grietas. No aplicar crema entre los dedos.
2. Evitar situaciones que favorezcan el pie diabético como:
• La falta de una cuidadosa higiene, especialmente necesaria en las personas con diabetes.
• El tabaco contribuye, entre otras cosas, a obstruir los vasos sanguíneos, agravando las macro y microangiopatías.
3. Observación de los pies:
Se deberá convertir el examen diario de los pies en un hábito. Este examen permitirá detectar precozmente cualquier pequeño traumatismo (rozadura o lesión) y actuar rápidamente, para que no se complique.
Para la realización del examen será adecuado adoptar una postura cómoda y una buena iluminación, a ser posible de origen natural, evitando siempre zonas de sombra en tus pies. Puedes utilizar un espejo para ver las zonas difíciles.
Anormalidades en los pies:
-Grietas en los talones y en las partes duras. o -Manchas producidas por hongos.
-Uñeros o zonas enrojecidas. o -Ampollas de cualquier tipo.
-Callos o durezas.
4. Uso de calzado, calcetines y medias:
La elección del zapato es muy importante, tanto como la higiene
Características del calzado:
-El calzado debe sujetar el pie, sin oprimirlo.
-Procura adquirir zapatos cuando el pie está más distendido, a última hora de la tarde.
-Cuando se estrenen utilizarlos de forma progresiva, evitando llevarlos mucho tiempo puestos.
-No olvidar limpiarlos frecuentemente para mantener su flexibilidad.
-Si los pies son delicados es conveniente ponerse en manos de un profesional.
El zapato ideal reúne estas cualidades:
– Es flexible y blando, ésta confeccionado en cuero y dotado de una suela antideslizante, no excesivamente gruesa.
– Carece de costuras interiores, la puntera es ancha y el tacón no es elevado.
Precauciones con el calzado:
Con el uso. Prestar atención al interior del zapato para detectar zonas desgastadas, pliegues o clavos, que pueden producir un traumatismo. Cambiar de zapatos al menos una vez al día es muy conveniente, alternando varios pares, para que los zapatos se aireen.
Durante el verano. Utilizar un calzado ligero que proteja y cubra los dedos del pie. No usar sandalias con gomas entre los dedos, ya que pueden producir traumatismos por roce.
Practicando deporte. Utilizar un calzado deportivo adecuado con calcetines gruesos, que protejan de los pequeños golpes.
Características de los calcetines y medias:
– Evitar los calcetines de fibra, elegir siempre tejidos naturales como el algodón, el hilo o la lana.
– Observar los calcetines para que sean elásticos y que no aprieten en exceso, si se experimenta picor en la zona del elástico, es que comprime demasiado.
Fuente: Guía diabetológica de David Gómez Carcelén