La diabetes mellitus es una enfermedad en las que la dieta por si misma, forma parte importante del tratamiento.
La alimentación en una persona diabética se basa en una dieta equilibrada y sana con dos características fundamentales, que las distinguen de la alimentación de las personas no diabéticas:
• Restricción y moderación en el consumo de azucares (glucosa) de digestión y absorción rápida (pasteles, azúcar, algunas frutas, zumos, etc.).
• Distribución de los hidratos de carbono en la dieta, se recomienda 4 a 6 comidas al día, con el fin de evitar las elevaciones de glucosa en sangre después de la ingesta y evitar el riesgo de hipoglucemias entre las diferentes comidas.
Fuente: Guía diabetológica de David Gómez Carcelén