La intensidad, constante y variable
Al principio, quizás la mejor técnica de dibujo que se deba desarrollar sea el trazo de la línea pura. En la infancia, se comienza a dibujar con líneas y posteriormente escribimos con líneas, con el tiempo, logramos la transición a dibujos mas avanzados con el uso de la línea, Para muchas personas, el dibujo lineal es el método más natural. Es cómodo y parece fácil de aprender.
Razones para el uso de la línea:
– La línea es una manera rápida de visualizar ideas con un mínimo consumo de tiempo y recursos.
– La línea es la forma natural de dibujar, los niños comienzan con ella y los adultos continúan con ella al garabatear de por vida.
– La línea enfatiza la estructura básica y la composición de un dibujo, lo cual proporciona mayor seguridad de éxito y de un bosquejo más adecuado.
– La línea proporciona un marco sobre el que se pueden desarrollar otras técnicas de dibujo, tales como el matiz y el color.
La línea se puede percibir con diferente intensidad debido al tipo de línea que sea.
– La línea recta
Suele expresar el sentido de la solidez, la rigidez y la fuerza podemos observarlo en todos los objetos a los que se asocia la impresión de fuerza, se componen generalmente por líneas rectas. La sensación de robustez que nos producen los edificios Románicos se deben en gran manera a sus formas rectas y cuadradas generalmente asociadas de forma psicológica a lo masculino.
– La línea horizontal
Asociada a la idea de tranquilidad y calma, el reposo que queda «imaginado» favorece la meditación, son paisajes idílicos de la línea del horizonte del mar o las líneas de dunas tanto de playa como de desiertos.
– La línea vertical
La representación ideal para expresar fuerza o robustez al mismo tiempo que el sentido del equilibrio y la estabilidad, unido al intento de interpretación del sentido de la exaltación, son las líneas que utilizamos en los dibujos de las catedrales góticas, los árboles como pueden ser el Eucalipto o los cipreses proporcionan la misma sensación de estabilidad y espiritualidad.
– La línea inclinada
Produce sensaciones de actividad, de movimiento y según la dotemos de más o menos inclinación, le conferimos el carácter de intensidad.
– La línea curva
El contrapunto de todo lo que puede representar la línea recta, símbolo primordialmente de movimiento, de actividad y de vida, se asocian psicológicamente a todo lo femenino o todo aquello que deseamos aparentar de naturaleza delicada.
Usando libremente puntos, en grupos o difusos, se crea una variedad de energías y tensiones que activan la totalidad del área en la que se encuentran. Todas estas sensaciones se incrementan si nos permitimos introducir diferencias de tamaños entre los puntos.
Se puede entender una línea como una cadena de puntos unidos. Indica posición y dirección y posee en sí misma una cierta energía: la energía parece avanzar a lo largo de su longitud e intensificarse en sus extremos, posee una velocidad implícita y el espacio próximo se ve activado por la dirección de la línea.
De un modo limitado, la línea es capaz de expresar emociones: una línea gruesa, por ejemplo se asocia con la audacia, una línea recta con la fuerza y la estabilidad, una línea en zigzag con la excitación, aunque todo esto son simples generalizaciones. Líneas rectas de la misma longitud y grosor en agrupaciones paralelas pueden introducir factores de relación proporcional e intervalos rítmicos; cambiando las longitudes y los grosores de las líneas, se experimentan ritmos más complejos y provocan un impacto visual mayor.
Fuente: Apuntes de Actualización gráfica de la U de Londres