Observación etnográfica
¡Hay tantas maneras de leer, y hace falta tanto talento para leer bien!.
Gustave Flaubert
Durante mucho tiempo, la investigación se dedicó a desarrollar marcos teóricos y citas. No existía aún un rescate de la riqueza cultural de la actividad investigadora, ni una reflexividad para la investigación que se interesa por los fenómenos derivados de lo humano.
Por ello se propuso una forma alternativa de investigar, que terminara con el único modo posible de hacerlo; había que comenzar de nuevo; preguntar cómo se investiga, cuáles son los modos posibles para construir un objeto de estudio.
En la investigación científica pasa lo mismo que en la vida cotidiana. La forma de observar y el sentido que se le da a la observación son importantes; ambos elementos se desarrollan mediante técnicas y métodos de investigación.
Etimológicamente, Etnografía significa etnos, pueblo; y graphen, describir. La Etnografía se consideró como un enfoque derivado de la antropología, concebido para describir, mediante su registro, la cultura de pueblos nativos.
La observación etnográfica, como enfoque cualitativo, proviene de la antropología y la sociología cualitativa, y surgió como propuesta alternativa a los paradigmas predominantes en investigación, derivados principalmente de la sociología de proceder cuantitativo y la psicología experimental.
Consiste esencialmente en una descripción de los acontecimientos que tienen lugar en la vida de los sujetos, como miembros de un grupo determinado, así como de las estructuras de sus interpretaciones y significados de la cultura a la que pertenecen.
La observación etnográfica ayuda a saber por qué vemos la realidad como la vemos y qué vemos en ella. Se interesa por nuestra forma de ver las cosas, esa que consideramos normal, natural, y que en otras épocas no era cuestionada, y se ha ido construyendo durante el tiempo. En el siglo XIX la Sociología se construyó
desde la observación del sociólogo, considerado como experto; era poco o nada cuestionada metodológicamente. En el siglo XX, el pensamiento giró hacia los otros; los actores sociales. Poco a poco el investigador observador fue perdiendo importancia. Actualmente se tiene un observador de lo humano, a quien se considera igual a los actores; uno que ve cómo ven los otros.
No obstante, aún encontramos tres formas de ver, que se han desarrollado históricamente, de acuerdo con diversos requerimientos temporales, generados por lo que las sociedades han necesitado del saber social mismo; veamos esquemáticamente algunas de sus características:
Primera forma de ver Siglo XIX. Descolonización (de una colonización iniciada en el Siglo XVI como “Sistema Mundo”). Pensamiento Europeo dominante, sobre todo de Francia e Inglaterra. Se inventa la Etnografía para ejercer un control colonial, como parte del desarrollo del Ecosistema Social, construido por la dominación.
La mirada hacia adentro de las sociedades corresponde a la Sociología. La mirada hacia fuera se deja a la Etnografía, que se construye como descriptiva, nominal y cuantitativa. Se buscan la lógica y la lingüística. La base es la clasificación. La observación y el sentido de lo observado van juntos. El objeto de estudio se construye a priori por un “experto”. “Yo me basto conmigo, y desde ahí juzgo al mundo”.
Segunda forma de ver Siglo XX. Postguerra. Nueva descolonización. La Etnografía se vuelve fenomenológica; la percepción se vuelve reflexiva. El objeto de estudio se arma en el campo, teniendo el cuidado de no caer en el prejuicio.
Nombrar se convierte en un problema; se reconocen otras formas de ser, de concebir, de nombrar y de vivir. Se busca enriquecer el propio punto de vista del investigador, para ejercer un mejor control. Se usa una crónica más viva, que ya habla de cómo vio el observador las cosas.
Tercera forma de ver Post modernidad. La Etnografía se vuelve juego: observa el punto de vista del otro, pero también se atiende a cómo el otro observa que el investigador lo observa. Loúnico constante es el proceso mismo de construir puntos de vista, sin buscar la dominación; se entiende todo esto como un proceso siempre inacabado, en permanente actualización, situación y comunicación, del que se da cuenta siempre de manera parcial, para fines de una comprensión efímera, aunque no por ello menos útil.
La investigación basada en la observación etnográfica se ha construido a partir de diferentes supuestos teóricos. Elsie Rockwell21, refiriéndose al campo educativo, distingue entre estas tendencias:
1. Las guías de campo.- El uso de ellas es una de las técnicas de sistematización más difundidas. La intención es proporcionar una serie de amplias categorías que permiten abordar los fenómenos que le interesan al observador; sin embargo, hay que reconocer que en la misma selección y el agrupamiento de las categorías se reflejan sesgos teóricos, explícitos e implícitos.
2. La nueva etnografía.- Recoge y da importancia a la antigua meta de reconstruir la visión de los nativos. Al interior de esta corriente se han generado y formalizado una serie de técnicas de entrevista y análisis formal.
3. La micro – etnografía.– Se centra en el análisis detallado del registro de las interacciones.
4. La macro – etnografía.- Produce un regreso al modelo tradicional de estudios etnográficos globales, en el que se recuperan los estudios antropológicos clásicos.
Una quinta tendencia es la que propone la propia Elsie Rockwell, desde una perspectiva gramsciana, que exige completar la información de campo con la referida a otros órdenes sociales; es decir, más que estudios de caso, exige hacer estudios en caso. Ese enfoque siempre tendrá presente la dimensión histórica, para construir un presente histórico, más que un presente sistémico.
Se pueden observar, pues, diferentes tendencias en la metodología que utiliza la observación etnográfica. Una, funcionalista; otra, de una fenomenología; otra propone una visión histórica y crítica, y a últimas fechas, se ha propuesto una articulación teórica, para dar cuenta de fenómenos complejos.
La Etnografía y su derivada, la observación etnográfica, cuentan con algunos elementos que se consideran constitutivos, entre ellos, su carácter holístico, ya que deben considerar todas las dimensiones que intervienen en un problema o en un contexto, para dar cuenta de la totalidad; otro elemento es su carácter contextual, pues se constituye en un trabajo situacional, es un trabajo in situ. La Etnografía es inicialmente inductiva, pero marcadamente dialéctica. Es constructiva (construye el sentido, no lo descubre).
Es generativa, pues genera diversas posibilidades de comprensión, construcción e interpretación; reconoce que la subjetividad permea todo el proceso metodológico. Y sobre todo, reconoce la cotidianeidad en los procesos de interacción.
La observación etnográfica es una técnica de indagación, sí, pero también es más que eso. En la práctica la observación, el análisis y la interpretación se realizan de manera simultánea; poco a poco se construye el sentido de la indagación y de los conceptos con los que se inició.
El observador se ubica en el lugar de los sujetos investigados; estudia a través de la observación las relaciones sociales en su estado “natural”; observa a escala y nivel de lo cotidiano, a través de una descripción profunda y detallada. Le es indispensable la observación participante, documentada a partir de técnicas específicas, como diarios, registros y entrevistas.
Los diferentes sujetos ejercen acciones que propician prácticas concretas, con significados sociales específicos. La observación etnográfica busca descifrar el carácter y contenido de esos significados.
Para hacer observación etnográfica es indispensable tener en cuenta algunos elementos intervinientes, a lo largo del proceso:
a) Interesarse por una situación problemática o un tema susceptible de problematizarse. Se debe trabajar la problematización hasta construir un tema que pueda ser indagado. Si el problema o la pregunta original puede contestarse con un sí o no, no tenemos un problema de investigación.
b) Negociación de acceso. Se requiere un conjunto de actividades que deben efectuarse para tener cabida en el ámbito de interés, y con los sujetos involucrados en ese ámbito. Cómo se haga esa negociación, tiene profundas implicaciones en el proceso de investigación.
c) Implicación del investigador. Se debe reconocer que el investigador modificará, mucho o poco, las situaciones por observar, sobre todo al inicio de la indagación.
d) Informantes clave. En todo proceso de investigación existen informantes que cuentan con una mayor riqueza de conocimientos o experiencias. No sólo hay que observarlos; pueden ser entrevistados.
e) Comprensión. El observador debe comprender los acontecimientos en términos de significados.
f) Proceso global. No debe perderse nunca de vista que la observación etnográfica parte de una descripción, que se confrontará con un marco teórico y una construcción interpretativa.
La observación etnográfica usa diversas herramientas y técnicas; entre otras, podemos señalar:
1. Observación participante.
2. Registros de observación.
3. Autorregistros.
4. Diario de campo.
5. Entrevistas.
6. Microensayos.
7. Testimonios.
8. Materiales referenciales.
La observación etnográfica no es para quien tiene prisa. Tiene un gran primer momento, de observar, y otro, de la construcción de sentido. A diferencia del sentido común, el observador mira cada vez más; trabaja con su propia capacidad perceptual, pero debe auxiliarse de instrumentos que la amplíen, en un ejercicio de constante recopilación memorística.
Es necesario que el estudioso ejerza una constante vigilancia sobre su propio proceso de observación, de manera que esté preparado para notar cualquier información nueva. Llega, sin embargo, un momento en que la capacidad observadora se satura. Entonces el observador se detiene.
A lo largo del proceso, el investigador va construyendo sus categorías analíticas; va organizando su información, de acuerdo a lo obtenido en todo el tiempo que ha dedicado a saturar de información todos sus sentidos. Cuando llega el momento de saturación, debe invertir el proceso; cerrar; configurar a posteriorilas diversas expresiones, informaciones y dotaciones de sentido observadas. Y entonces debe dar cuenta de lo estructural, a través de representaciones. Requiere, para este proceso, de una competencia narrativa – interpretativa.
Así pues, el investigador prepara su actividad de observación, observa, mediante una guía, los aspectos de la realidad cotidiana que le interesan,registra sus observaciones, ordena su información, estructura una comprensión de la realidad que llamó su atención, sintetiza sus datos y relatalos frutos obtenidos; entonces propone una hipótesis que pretenda comprender lo observado.